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La historia de Quetzaltenango trae consigo momentos de transición que marcan un antes y un después en la vida de los habitantes de esta hermosa ciudad, tal es el caso de la apertura de Restaurantes Albamar en la década de los 80s.
En el lugar en donde hoy funciona este restaurante se encontraba ubicada la fuente de sodas La Madrileña, la cual estuvo en funciones desde 1950 hasta 1980. Tras la apertura de lo que hoy conocemos como Albamar Rodolfo Robles hubo esfuerzo, sacrificio y mucho trabajo por parte de los socios fundadores, quienes en esa época decidieron hacer pruebas de mercado con sus amigos y conocidos. A quienes les llevaron las primeras piezas de pollo frito fueron a los empleados de un banco que se encontraba en los alrededores y a los locutores de una emisora radial, los cuales en ambas pruebas les expresaron que les había encantado la receta del pollo frito. Esa reacción positiva de los comensales motivó aún más a los socios fundadores para abrir la cafetería que en ese entonces contaba con diez mesas.
La inauguración de Pollo Frito Albamar con su servicio de cafetería se llevó a cabo el 11 de septiembre de 1980. Al acto inaugural asistieron personalidades de la Cámara de Comercio e Industria, del Molino Excélsior y del banco Granai & Townson. Durante el evento se realizó una dedicación especial a los asistentes y posteriormente se hizo la presentación oficial del menú de pollo frito con una receta especial.
Algo que caracteriza a Albamar es que desde sus inicios se ha sentido orgulloso de sus raíces, por ello, el sonido de las teclas morenas no pudo faltar en ese día especial, siendo la marimba Corazón de Hormigo la encargada de amenizar el evento. Además, la narración de lo que aconteció en la magna inauguración estuvo a cargo del reconocido locutor don Héctor Mario Sum, quien en ese entonces laboraba para radio Fraternidad.
Según la redacción de un medio de comunicación local de la época, Albamar era uno de los lugares de comida con la mejor tecnología de ese entonces.
Debido a sus raíces netamente quetzaltecas, hoy en día, Albamar Robles se caracteriza por ofrecer un menú amplio de antojitos, entre los cuales se encuentran las deliciosas garnachas, empanadas, cambrayes, variedad de tostadas, rellenitos y platillos típicos que deleitan el paladar de los comensales.