El presupuesto aprobado de la EEMQ para el próximo año asciende a Q 113,981,617.
Hubo quienes pasaron días de esta semana a oscuras, en distintas zonas de la ciudad. La falta de energía eléctrica es un problema, en parte por el desarrollo tecnológico que hace depender de este servicio, y limita las acciones personales como comerciales.
En Guatemala el panorama cambió en los años noventa con la privatización de los servicios de transporte y generación de energía, y en los últimos años, el tema de electricidad ha sido uno de los principales factores de conflictividad. Respecto a la cobertura, en Quetzaltenango, como departamento, es de 99.19 %, y en la ciudad alcanza el 99.79 %, según el Nuevo módulo de estadísticas energéticas en Guatemala. Existen 18 distribuidoras de electricidad en el país, 16 de las cuales son empresas municipales, lo que supone un beneficio en el costo para los usuarios.
Los anteriores son apenas algunos indicadores de un complejo tema, en el que hay que aplicar el sentido común. Al final, quienes contratan el servicio lo que desean es que sea de calidad y pagar por ello un precio justo. Esta semana, usuarios intentaron comunicarse con la Empresa Eléctrica Municipal de Quetzaltenango (EEMQ), sin embargo, varios de ellos no recibieron respuesta ni solución a su queja, y debieron resignarse a esperar hasta tres días o a tener constantes cortes de energía. Y es que las consecuencias van más allá de carecer del servicio, están las pérdidas para las empresas, los aparatos dañados, la paralización de servicios e incluso la inseguridad que genera.
Si se revisa la matriz energética, según la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, el 91.94 % es un recurso renovable y solo 8.06 % es de origen no renovable -datos que no coinciden con el Nuevo módulo de estadísticas energéticas en Guatemala-, de lo cual 50.39 % se genera a través de hidroeléctricas y 33.27 % por biomasa, materia orgánica de origen vegetal, animal o a través de la transformación de esta misma. Por lo que la posibilidad de alternativas energéticas es limitada.
En este contexto, la EEMQ enfrenta retos y debe solucionar varios problemas, para cumplir con su misión, “satisfacer la demanda del servicio de energía eléctrica con eficiencia y eficacia y, atender con prontitud, cortesía y responsabilidad las necesidades del usuario en cuanto al servicio que se presta”, pero con esta gestión municipal, que en lugar de avanzar retrocede, es difícil proyectar el futuro que les espera a los más de 60,000 usuarios.