COMPETITIVIDAD Y DESARROLLO
Cada día que los quetzaltecos salimos de nuestros hogares para cumplir con nuestras actividades cotidianas, vemos una ciudad en vibrante crecimiento, reflejado esto en: alta oferta educativa, crecimiento comercial y de servicios, nuevas inversiones en centros de comercio y hoteles, nuevos proyectos habitacionales; entre otros, que evidencian el progreso de nuestra Xelajú, distintivos de una ciudad que emerge al desarrollo.
Como quetzaltecos es menester una visión compartida del futuro de nuestra ciudad, que permita en el presente planificar nuestro desarrollo para que, en el horizonte del tiempo, alcancemos la ciudad y calidad de vida que deseamos. De acuerdo a la Agenda Nacional de Competitividad, los municipios de Quetzaltenango, Salcajá, Olintepeque, La Esperanza, y San Cristóbal Totonicapán, forman parte de la Red de Ciudades Intermedias, a través del Nodo Regional de Los Altos, que, en 2032, se estima contará con dos millones de habitantes. A nivel de país, encontramos cinco ciudades intermedias, dos turísticas y dos portuarias.
Una ciudad intermedia posee alta densidad poblacional y crea un vínculo de conexión entre el área rural y el área urbana; facilitando a la población rural acceso a educación, salud, mercados, empleo, transporte, etcétera, constituyéndose en un centro económico. En mi opinión, el crecimiento poblacional de Quetzaltenango es inminente; el desarrollo que vivimos está atrayendo a más guatemaltecos, que prefieren nuestra ciudad en contraposición con la ciudad capital. La población rural está trasladándose a zonas urbanas como la ciudad de Quetzaltenango, para el 2032, a nivel de país, se estima que la población urbana alcanzará el 79%.
Entonces, los quezaltecos tenemos dos aristas importantes: la primera, preparar a la ciudad para el desarrollo que estamos viviendo, y la segunda, atender el crecimiento poblacional. Ambas situaciones debemos considerarlas ahora, y de forma concatenada, para que impacten sostenible y equitativamente en la calidad de vida de los quetzaltecos. Para contribuir a esto, el Banco Interamericano de Desarrollo, en años recientes, colaboró con nuestra ciudad proveyéndonos de un plan de acción denominado “Xelajú Sostenible” que, de observarse, preparará a nuestra ciudad para enfrentar sus principales retos. Citando este documento, “una ciudad sostenible es aquella que ofrece una alta calidad de vida a sus habitantes, sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Una ciudad con una infraestructura urbana a escala humana, que minimiza sus impactos sobre el medio natural y es capaz de adaptarse a los efectos del cambio climático; que cuenta con un gobierno local con capacidad fiscal y administrativa para mantener su crecimiento económico y para llevar a cabo sus funciones urbanas con una amplia participación ciudadana”.
Este plan de acción sugiere trabajar juntos, sector privado, sector público, academia y sociedad en general, hacia lo siguiente: (a) Modernización fiscal y de gobierno, orientada a la construcción de un ámbito de transparencia y claridad en las cuentas. El presupuesto municipal es el corazón de la sostenibilidad de la ciudad y sus servicios; (b) Acciones para los sectores de agua y saneamiento, orientado a la resolución de los serios retos y amenazas que enfrenta Quetzaltenango en este ámbito; (c) Acciones en residuos sólidos, también orientado a resolver los retos y amenazas de Quetzaltenango en este ámbito; (d) Acciones en movilidad y ordenamiento territorial, orientado a la consecución de esa Quetzaltenango espacialmente sostenible y económica.
De lo anterior, cabe preguntarnos: ¿Xela cómo vamos: cuánto hemos avanzado?
Estimado lector, muchas gracias por su atención; Quetzaltenango tiene un porvenir impresionante que requiere de participación proactiva para transformarlo, el cambio está en poder de todos.
Agradezco a La Voz de Xela por abrirme sus puertas y hacerme parte de este proyecto, al que auguro mucho éxito.
Contador público y auditor, profesor universitario, consultor empresarial y voluntario en desarrollo económico local y competitividad.