A pesar del machismo que ha reinado a lo largo de la historia de la humanidad, la mujer ha desempeñado un papel trascendental en el curso de esta misma historia. Esto se está comenzando a ver en nuestro país y en otras partes del mundo.
Esta vez quiero hablar sobre una mujer que por su disponibilidad a la escucha de la voz de Dios, marcó la diferencia en la historia. Me refiero a María, esposa de José, madre de Jesús y madre de la Iglesia. Por eso es que hay tantas fiestas dedicadas a ella y muchos hombres y mujeres llevan su nombre, entre ellas la Fiesta del Virgen del Rosario.
La virgen María, es una mujer que, después de más de dos mil años, sigue atrayendo a miles de personas en todo el mundo. ¿Cuál es el secreto de su fama? La respuesta es muy sencilla: su humildad y obediencia a Dios. El mundo actual está urgido de esta clase de seres humanos. María hizo siempre la voluntad de Aquel que la llamó. Si pudiéramos entrevistarla y le preguntáramos ¿qué significa hacer la voluntad de Dios? Ella nos contestaría: significa lágrimas, pero también gozo; dolor, pero también resurrección. ¿Se ha puesto a pensar lo que experimenta una madre al ver asesinar a su Hijo?
María recibe la invitación de Dios; Dios siempre toma la iniciativa. Pero como toda mujer humana, ella DUDA de lo que el Ángel le dice: vas a quedar embarazada por obra del Espíritu Santo. La duda se expresa en esto: ¿Cómo puede ser esto, puesto que yo permanezco virgen? Esta manera de reaccionar son los llamados PEROS de María. Ante la duda Dios le da una señal: mira a tu parienta Isabel, la que llamaban estéril, ya va por el sexto mes. Al final María dice: hágase en mí según tu palabra, (Lc 1, 26-38).
Este proceso de duda (peros), le pasa a todo ser humano. El problema del mundo actual no son la cantidad de problemas que tiene, sino la TERQUEDAD del hombre y la mujer, que no son capaces de hacer la voluntad de Dios, sino sólo sus caprichos.
Los deseos de Dios, no son nuestros deseos; los sentimientos de Dios, no son nuestros sentimientos. Dios constantemente llama, da señales para que seamos felices y disfrutemos esta vida, pero la autosuficiencia y el orgullo pueden más. Tenemos oídos, pero no escuchamos; ojos, pero no vemos; un corazón grande para amar, pero no amamos.
Este 26 de septiembre han dado inicio las diferentes actividades en honor a la Virgen del Rosario, patrona de Quetzaltenango con el traslado de la imagen de la Virgen del Rosario al altar mayor de la santa Iglesia catedral, para que los feligreses puedan acudir a implorar su intercesión. Considero que lo más importante de esta fiesta es que los cristianos imitemos las virtudes de la Virgen del Rosario: humildad, oración, paciencia y perseverancia en las pruebas.
Porque de nada sirven las alfombras, las procesiones, las bandas, entre otros detalles, si no hay un proceso de conversión de vida en quienes creemos en ella. Todas estas actividades externas tienen que llevarnos a la reflexión, a la introspección; y desde el interior de cada uno debe comenzarse a gestar un cambio integral en nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Que la Virgen del Rosario interceda por quienes diariamente trabajamos y soñamos por un mejor país y una mejor iglesia. Recemos el Rosario.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.