En días pasados el periódico Prensa Libre y el canal de televisión Univisión, nos proporcionaron información sobre una encuesta muy completa relacionada con la percepción que se tiene en Guatemala, en relación con el ejercicio del poder y la función gubernamental en el país y sus instituciones. Tanto la metodología, tamaño de la muestra, número de boletas, espacios geo políticos abarcados y demás instrumentos estadísticos considerados en la implementación de la encuesta por la empresa que la realizó, permiten considerar los resultados como altamente confiables y coincidentes con la impresión que tienen los ciudadanos sobre el desempeño del gobierno en turno. A esto habrá que agregar que, aunque resulte poco agradable para los defensores del oficialismo, tendrán que aceptar que el mito de NI CORRUPTO NI LADRÓN y otras defensorías que, haciendo las reconocidas honrosas excepciones se sostienen sobre el desempeño de los tres poderes del estado, resultan totalmente pulverizados. Los resultados de la encuesta pues, son la mejor respuesta a los señalamientos al organismo ejecutivo, al pacto de corruptos enquistados en el congreso, los señalamientos al organismo judicial donde, por no mencionar sino el último caso: la equivocada intención de judicializar la política por parte de una juez que, fuera de toda lógica y aún más, de la justicia, pretende aplicar normas de Feminicidio, a la función dentro de su competencia jurídica, a dos fiscales. Y aquí, tal vez resulte saludable recordar que la misma aberración de esta juez, se quiso aplicar a la ex vice presidenta del gobierno anterior y lo que, conforme a lo que jurídicamente corresponde, en su oportunidad, fue frenado.
De acuerdo a lo que tradicionalmente se considera en estudios de opinión y análisis político que en parte aborda la encuesta que venimos comentando, la calificación de OCHO (8%), que se le adjudica a la credibilidad del discurso presidencial, es altamente preocupante pues al interpretarla, nos está diciendo que solo ocho de cada cien, le creen al presidente y el presidente, es la máxima autoridad del país y como tal, representante de todos los guatemaltecos. Coloquial y políticamente podemos decir entonces que, si el presidente camina por la calle, de cada cien que eventualmente lo saluden, solo ocho, creen en su discurso presidencial. Pero lo más preocupante es que en estudios opinión y análisis político la calificación de 30% para abajo, es considerada como pésima y eso, es de insistir, si se considera con objetividad, es más que preocupante, aunque muchos, se nieguen a aceptarlo.
La encuesta en referencia, tiene información global cuyos resultados, son muy importantes, especialmente, para quienes sí, nos interesamos por nuestro país: se necesita ser miope, sordo o mudo, para no preocuparnos, aunque hay que reconocer que también, e intencionalmente, hay miopes, sordos o mudos, pero por conveniencia: porque conviene a sus intereses no ver ni escuchar la realidad del país y el clamor de sus ciudadanos; también existen los indiferentes que, aunque en menor proporción, son menos responsables que los corruptos y ladrones que tanto daño, siguen haciéndole a Guatemala. En cuanto a otra información y resultados derivados de la encuesta, encontramos datos muy, pero muy importantes, todos, dignos de ser considerados por quienes quisiéramos que la situación en Guatemala, fuera diferente. La encuesta nos proporciona, como ya reconocimos, información importante; contiene datos y resultados que no pueden ni deben ser ignorados: señala, “20 Aspectos evaluados” (p/4 del 08 de abril/19) que sería largo enumerar; destaca también, la labor del vicepresidente, a quien califica con el mismo 8% que al presidente; asimismo destaca que el presidente, ha cumplido sus promesas en solo 10%. Lo cierto es que es mucho lo que se podría agregar sobre la descalificación de que es objeto la actual administración gubernamental y es de esperar que toda esa información y lo que nos proporciona la realidad, la crisis y la triste realidad que en lo económico, político y social que actualmente estamos enfrentando en Guatemala, sirva para que, quienes buscan llegar a la presidencia, el congreso e integrar los Concejos Municipales, hagan una responsable reflexión y se preparen para, con responsabilidad histórica, le respondan y no defrauden a la sociedad guatemalteca.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com