Unos dos días después de su toma de posesión, el actual presidente de México, Lic. Manuel López Obrador, inició lo que se conoce como LAS MAÑANERAS: una conferencia de prensa que se inicia a las siete de la mañana, de lunes a viernes, dura como promedio, dos horas; se realiza en el palacio nacional y donde aborda temas de importancia gubernamental, acepta y responde preguntas de periodistas y otros cuestionamientos sobre el ejercicio de su cargo y asuntos de interés nacional. López obrador, asumió el cargo el primero de diciembre del año pasado y califica a su período presidencial (6 años), como la “Cuarta Transformación”, relacionando esta denominación, con tres transformaciones por las que, política e históricamente, ha transitado México. Así pues, en el mes de Julio del año actual, cumplirá ocho meses en el ejercicio del poder como Presidente Constitucional de la República Mexicana. A ello habrá que agregar que ganó la elección, con más de 30 millones de votos con el respaldo de su partido político MORENA, una mayoría abrumadora que inclusive, le permitió obtener mayoría parlamentaria, tanto en el Congreso, como en el Senado de la República Mexicana.
Durante estos ocho meses, López Obrador, ha iniciado cambios sorprendentes que difícilmente han alcanzado otros presidentes en nuestros países en el período que les corresponde, cualquiera que sea su duración, incluyendo a quienes han optado por la reelección y, en tal sentido, sería un sacrilegio político, cualquier comparación con otros gobiernos incluyendo al de Guatemala. Y, cuando me refiero a cambios, es porque son cambios de verdad lo cual, como resulta explicable, ha generado, en el caso de México, cierto grado de inconformidad por parte de dirigentes, políticos y seguidores en ese país que lo han gobernado durante casi noventa años: el PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA PRI durante 78 años y el PARTIDO ACCIÓN NACIONAL, durante 12 años. Esta inconformidad es algo explicable e históricamente comprobado: lo viejo, con sus vicios y privilegios, siempre lucha por mantenerse y no desaparecer y lo nuevo, por imponerse y mantenerse hasta que lo nuevo, se estabiliza y en tanto en su interior, no surjan contradicciones o vicios que lo debiliten y puedan engendrar movimientos que reclamen cambios o hasta provoquen su desaparición parcial, o total.
Entre los problemas que se confrontan en nuestros países (América Latina), destacan el narco tráfico, la corrupción y la impunidad. En México, la corrupción e impunidad, no solo había invadido a altas esferas en la estructura gubernamental, en los tres poderes del estado, incluso de personajes importantes del sector privado y combatir estos flagelos, fue una promesa de campaña que ha venido cumpliendo fielmente el Presiente López Obrador. Sería muy largo enumerar las medidas que viene adoptando y que le han valido mantener la calificación y aprobación ciudadana (sondeos de opinión) de entre 70 % y 80%; por eso, me limito a señalar tres acciones destacando entre ellas, la tercera por su humanismo, sensibilidad y compromiso social, especialmente con los más pobres y esto, en solo ocho meses que lleva en el poder: 1º.) redujo la corrupción, en un 75%; 2º.). redujo el “huachicoleo” (robo de gasolina que ascendía a miles de millones de pesos por año) y 3º). la medida más importante que, por su humanismo, merece respeto, admiración y es digno de ser imitado por otros gobiernos: producto del remate de vehículos y algunos otros enseres de lujo expropiados a corruptos y ladrones que ilegalmente los habían obtenido, entregó más de veintiún millones de pesos, a cada uno de dos municipios de los más pobres en el Estado de Oaxaca; la entrega fue en una mañanera a los Presidentes Municipales –Alcaldes- de origen indígena para habilitar carretera que no tienen para acceder a sus territorios; territorios que López Obrador visitó siendo candidato y anunció visitará ya como presidente. Noble gesto, digno de ser imitado pues, en nuestro caso, el pueblo desconoce el destino de mucho de las expropiaciones a los corruptos enquistados en el gobierno y me atrevo a suponer que nuestro presidente, no conoce y menos visitado a las regiones más apartadas de nuestro país. Es mucho lo que podríamos agregar sobre los logros que, en materia de justicia social, se está logrando en nuestro vecino país, lo que amerita comparar, en materia del ejercicio del poder y gubernamental, al gobierno de México, con el gobierno de Guatemala.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com