Estamos en el umbral de lo viejo a lo nuevo —año 2017 y año 2018—, coloquialmente solemos decir «se nos fue el año». El tiempo es un fenómeno de la realidad objetiva que todos lo tenemos, sin embargo, pocos lo sabemos administrar adecuada y correctamente. Baltasar Gracián —1601-1658— decía, “Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene, lo posee.”
Uno de los problemas mayores que tenemos los guatemaltecos, es, precisamente, “dejar pasar el tiempo”, no aprovechamos al máximo nuestro tiempo. Llegamos tarde a las reuniones, “usamos la hora chapina” —una hora después—, las enfermedades las tratamos fuera de tiempo —cuando ya están avanzadas—, dejamos a última hora el pago de impuestos, la renovación de licencia de conducir, el pago de servicios básicos —luz, teléfono, etc.—, nos encanta pagar recargos, damos la pauta que nos sobra el dinero, sin embargo, sabemos que no es así, lo que sucede es que no sabemos administrar nuestro tiempo. Esa es nuestra mala cultura chapina. Benjamin Franklin dijo en una ocasión, “si el tiempo es lo más valioso, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches”.
Desde otro ángulo, debemos saber y entender que todo momento o espacio tiene su tiempo, y es ahí precisamente donde debemos “explotar” este recurso; Salomón, hijo del rey David, escribió el libro bíblico llamado Eclesiastés, en el capítulo 3 nos explica en forma sucinta, cómo debemos ser buenos mayordomos y así ser exitosos en la vida. “ Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz”. Parafraseando: Todo tiene su tiempo, los atletas profesionales —futbolistas, gimnastas, basquetbolistas, marchistas, etc.— tienen una vida deportiva muy corta, ellos lo saben, de tal manera que deben aprovechar ese tiempo al máximo; en este caso, el segundo tiempo consiste en que casi la mayoría se prepara para ser entrenadores de su respectiva disciplina deportiva, otros administran los recursos económicos obtenidos durante su carrera deportiva, los más desdichados se quedan cuidando lo poco que les queda, debido a la mala administración, tanto del dinero como del tiempo; en ese orden de ideas, debemos ser equilibrados, acordémonos que los extremos no nos conducen a nada bueno.
¿Debemos cambiar? Por supuesto que debemos y tenemos que hacerlo, y cuanto antes, mejor. Detengámonos por un momento, evaluemos cada uno de nuestros actos, corrijamos, mejoremos y superemos todas las expectativas habidas y por haber, rompamos paradigmas, obviamente cada quien en lo suyo, cada quien en el nivel en el que se desenvuelve. Por ejemplo, como alumno, dejemos lo fácil —copy paste—, como padre de familia hagamos más familia con nuestros hijos, más hogar con nuestra esposa, más solidarios con nuestros vecinos; como empresarios, vendamos con calidad; como profesionales, que nuestros servicios sean confiables, éticos y honestos; como pilotos, comprometámonos a tener educación vial, así y solo así será posible una comunidad más humana y solidaria.
Concluyo con lo siguiente, “recordar es la única manera de detener el tiempo”. Jaroslav Seifert (1901-1986).
Este sábado 30, la promoción de peritos contadores de la gloriosa Encod, sección B de 1980, nos reuniremos después de 37 años, sin lugar a dudas, será una bonita convivencia, sobre todo para los que hicieron viaje desde el extranjero, a todos les deseo feliz año 2018.
A usted mi estimado lector, FELIZ AÑO 2018.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.