Nuestro país históricamente a afrontado diversas crisis. Hace unos diez años escuche que vivíamos entre una crisis y otra, por ello quizás ya nos acostumbramos. Eso puede ser cierto si estudiamos la historia, sin embargo, ningún analista se imaginó vivir lo que la pandemia nos presenta en estos días. Son tiempos difíciles y por mucho que tengamos el escenario más dramático, el más pesimista, en unos meses estaremos retomando la cotidianidad y en unos años contaremos la historia como una anécdota.
Lo que será imperdonable es no aprovechar las ventajas que ofrece esta crisis sanitaria para cambiar diversas practicas negativas, que por varias razones no habíamos podido hacerlo. Es mucho lo que podemos cambiar, sin embargo, hay cosas que no dependen de nosotros, por lo que no hay que perder tiempo en ellas y concretarnos en lo que sí está en nuestras manos corregir.
Por el espacio, y queriendo ser breve, hoy me referiré a los cambios que la Corporación municipal de la ciudad de Quetzaltenango, encabezada por el Alcalde Juan Fernando López puede realizar aprovechando las ventajas que presenta el combate al COVID 19. Tres, de muchos problemas, pueden ser abordados con inteligencia en los próximos días: Mercados, tráfico y el transporte urbano.
En el tema de mercados, para nadie es un secreto que la “terminal Minerva” es un completo caos, por varias razones, a las que no quiero referirme, porque sería una pérdida de tiempo. En este tema le propongo al señor alcalde la construcción de dos terminales de buses, una en el oriente de la ciudad, y otra en el poniente. Esto libera al actual mercado y permite una remodelación completa, para tener un lugar higiénico y seguro, digno de los quezaltecos. También ayudaría a contar con un catastro de inquilinos, mejorar el orden y finalizar con malas prácticas que se vienen realizando, como venta de espacios por parte de organizaciones que ningún vínculo tienen con la Municipalidad.
Con lo referente a tráfico, podemos decir que solucionado el problema de la terminal de buses hay una baja significativa de carga vehicular en las calles cercanas. Además, baja la contaminación del aire y la contaminación auditiva, y muy probablemente habrá menos basura en las calles.
La problemática del transporte urbano ha sido el talón de Aquiles de los últimos tres alcaldes. Nunca aceptaron el registro de pilotos, la capacitación y el control de los mismos. Incluso se llegó a especular que las maras habían tomado el control de este servicio, con un alto riesgo para el ciudadano quetzalteco, quien sufre de un mal servicio, robos constantes y en el peor de los casos asaltos, y no digamos violaciones y ultrajes en la dignidad de la mujer. Con muy pocas excepciones este servicio es pésimo.
Con la cancelación del servicio por orden presidencial muchos pilotos y propietarios están sufriendo perdidas. Ambos sectores no pueden acceder al apoyo gubernamental por la falta de registros, incluso hay empresas que no están inscritas y por lo mismo no pagan impuestos. La actual Corporación Municipal tiene en sus manos una oportunidad de oro que no se le presento a las anteriores. Ahora si podrá registrar a propietarios, pilotos y ayudantes, con ventajas para todos. En el caso de los pilotos y ayudantes capacitarles, pero también proveer de controles en beneficio de este sector, entre otros: Horarios de no más de 8 horas diarias y 44 a la semana; estaciones para descanso entre jornadas, con condiciones dignas, salarios justos, contratos laborales, prestaciones y seguridad social.
Para los propietarios, créditos blandos a largo plazo para sustituir los buses, que en realidad ya no están en condiciones de prestar un buen servicio. Ordenamiento de las rutas, con horarios rígidos para beneficio de los usuarios.
Finalmente, la creación del transporte público municipal, al estilo de transmetro en la ciudad capital pero ajustado a nuestro contexto.
Si aprovechamos la crisis señores del Consejo y señor Alcalde, impulsando estos y otros proyectos, estoy seguro que el nombre de ustedes quedara en la historia de ciudadanos ilustres de la cuna de la cultura, la Xelajú eterna.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.