Así como que nada, sin que nadie lo notará, el gobierno fue dejando su responsabilidad de trasladar sobres, paquetes, cartas, documentos utilizando la compañía estatal de Correos. Una de las empresas históricas, de abolengo, famosas y rentables en los años ochenta y noventa.
En aquellos años por la módica cantidad de diez centavos se trasladaban en la ciudad las tarjetas navideñas. Unos centavos mas y llegaban a todo el territorio nacional, por un quetzal a todas las ciudades de Estados Unidos, y ni que decir de mundo entero. Será que ya nadie utiliza este servicio, es que fue sustituido por las herramientas tecnológicas existentes a la fecha.
Interesante cuestionamiento, para responder hay que revisar el crecimiento de empresas como Cargo Expreso, Guatex, Litegua, entre otras nacionales, DHL, Fedex internacionales. Si no hubiera negocio estas no existirían. No sólo se trata de tarjetas navideñas, en el mundo comercial se traslada todo tipo de documentos y mercancías. Sin embargo se dice que hay que ser eficiente en el manejo de actividades estratégicas, el correo es una de ellas.
Fue él gobierno, bajo el paraguas del consenso de Washington que se dedico a privatizar las empresas estatales, sin importar nada, las hicieron de manera planificada fracasar en el servicio para que el usuario exigiera la privatización, destino similar al que fueron sometidas otras como Caminos. El modelo de concesionar ha sido el camino más fácil, y por supuesto rentable, con una buena tajada de coimas para los funcionarios públicos.
Lo mismo sucede con la educación, se convence a padres de familia que lo mejor es inscribir a sus niños en establecimientos privados de educación a todo nivel, es una privatización solapada. El siguiente objetivo es la educación superior, la Universidad. Dificultades de ingreso, pérdida de tiempo, malos profesores y otros demonios se publicitan por los medio de comunicación a efecto de que los estudiantes volteen la vista a las universidades privadas, haciendo reducidas las capacidades de la población de aspirar a educación y un futuro mejor para él y su familia.
El caso de la empresa de “Correos y Telégrafos de Guatemala” es uno mas que muestra lo ineficiente que es el funcionario público para administrar los bienes gubernamentales. Así mismo es el mejor ejemplo de lo corrupto que puede ser el sector privado, el empresariado, el que con tal de ganar dinero es capaz de negociar la vida, no digamos los bienes gubernamentales. No son todos los empresarios y funcionarios públicos, la esperanza esta en aquellos que se esmeran desde sus trincheras por la sobrevivencia, esperando que las políticas públicas le proporcionen condiciones mejores.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.