Hace unos días, sostenía que con el cambio de autoridades municipales, particularmente, el alcalde municipal, había expectativas alentadoras en cuanto al desempeño del período de gobierno que estaban por iniciar. Ello, tomando en cuenta que el concejo municipal y alcalde anteriores, fueron muy mal calificados por la población. De acuerdo a las tres encuestas ciudadanas de 2017, 2018 y 2019, presentadas por la Dirección de Investigación del Centro Universitario de Occidente y el Observatorio Ciudadano “Xela, ¿Cómo vamos?, más del 80% de la población manifestó su insatisfacción por el desempeño del concejo y alcalde municipal del municipio de Quetzaltenango. ¿Cómo no iba a ser de esa manera?, si su principal logro fue consolidar el proceso de abandono y antidesarrollo al que había sido sometido el municipio por las administraciones anteriores. Prácticamente, no se hizo algo de mínima importancia, para enfrentar problemas como la inseguridad pública, apropiación de los espacios públicos, recuperación de los parques, ordenamiento de los mercados, caos vial, por mencionar algunos de los problemas que cada día han hecho más pesada la vida de los vecinos de este municipio.
Probablemente, sea muy temprano para suponer que el actual alcalde municipal de Xela, superará a sus antecesores en sandez, necedad y fatuidad, pero, con la actitud que demostró durante la visita del presidente de la república y su gabinete al departamento de Quetzaltenango, proporciona elementos para que en el imaginario social, empecemos a evidenciar que le faltan muchas capacidades y habilidades, tanto en el ámbito técnico, como en el desenvolvimiento político. Es posible, que le esté importunando el “pecado” o falta de olfato político, que cometió al dar públicamente su apoyo a la excandidata a presidente de la UNE, doña Sandra Torres y por tal razón, se sienta cohibido ante la presencia del presidente. Señor alcalde, no debe olvidar, más bien, debe recordar que, aunque haya obtenido un bajísimo porcentaje de votos para su elección, a partir del momento en que tomó posesión del cargo, junto con los demás miembros del concejo municipal, son los representantes de todos los vecinos del municipio, sin distinción alguna. Por esa razón, todas sus acciones u omisiones, tendrán consecuencias para bien o para mal del municipio y sus habitantes.
Creo que el alcalde municipal de Xela, dejó pasar una buena oportunidad para establecer una relación si no cordial o amistosa, por lo menos pragmática y ejecutiva, con la finalidad de obtener apoyo presidente y su gabinete de trabajo, mejorando la probabilidad de obtener recursos para obras onerosas que se necesitan para resolver problemas importantes como: las inundaciones, plantas de tratamiento de aguas servidas, infraestructura moderna para mercados y terminales, habilitar de una vez por todas el aeropuerto, transporte público, por mencionar algunos ejemplos.
Ojalá, hayan otros eventos o iniciativas, con los que puedan enmendar esa oportunidad perdida y que en los próximos meses, sobre la base de resultados, se vea qué tan eficaces son los nuevos gobernantes municipales. Aún es muy pronto, para emitir juicios sobre su desempeño, pero, el tiempo transcurre inexorablemente y por lo menos en el intervalo de un semestre a un año, deberían observarse resultados tangibles, esperados por la población. Si ese tiempo transcurre, sin que se evidencie la efectividad de sus acciones, pues no se extrañen de todos los señalamientos, críticas y oprobios de los que sean objeto.
No olvide señor alcalde y miembros del concejo municipal de Xela, que tienen en sus manos el reto de rescatar al municipio de la anarquía, antidesarrollo y el letargo, que hemos tenido que soportar durante varios años, por la indolencia de sus antecesores.
Espero dentro de seis meses, opinar sobre los resultados que estén derivando de sus decisiones, ante todo, por la recuperación de nuestro municipio y el bienestar de los vecinos.
Administrador público, economista, politólogo, abogado y notario, y profesor universitario.