En materia de inseguridad ciudadana, la cosa no está mejor, lo cual resulta obvio con la nulidad que se evidencia en acciones concretas por parte de la Gobernación departamental».
En octubre del año pasado, la Dirección de Investigación del Centro Universitario de Occidente (Dicunoc), juntamente con el Observatorio Ciudadano Xela ¿Cómo vamos?, presentaron los resultados de la Encuesta “Xela ¿cómo estamos? Los datos se recogieron en la ciudad de Quetzaltenango, con la intención de conocer la percepción de la población acerca de sus autoridades locales, situación del municipio, calidad del trabajo del Concejo Municipal y alcalde, así como el nivel de confianza hacia las fuerzas de seguridad pública.
Han pasado casi ocho meses de esa encuesta, pero pareciera que los datos hubieran sido recolectados en el presente, porque los problemas que se presentan como los que más afectan a los vecinos son: mal estado de las calles, inseguridad ciudadana, delincuencia, mal gobierno municipal, drenajes, cortes de energía eléctrica, mismos que en la encuesta citada reunían el 80 % de los vecinos encuestados. Seguramente, si la encuesta se hiciera en estos momentos subiría sensiblemente el problema de los drenajes, por las inundaciones derivadas de la época del invierno.
Ese tipo de información lo ha recopilado la Dicunoc desde el 2000, y son prácticamente los mismos problemas que siguen aquejando a la ciudad y sus habitantes. Desde ese año a la fecha, se han tenido tres diferentes alcaldes y cuatro diferentes Concejos, pero fueron y siguen siendo incapaces como gobierno local, de por lo menos haber reducido esa problemática. Hay legislación sobre la cual fundamentarse para haber propiciado un crecimiento ordenado de la ciudad y haber resuelto varios de esos problemas, y reducir la magnitud de otros, pero no ha sido así, y hoy los quetzaltecos nos encontramos mayormente abrumados por la incapacidad, la necedad y lo fatuo de la administración municipal.
En la encuesta citada, 93 % afirmó que la situación del municipio estaba empeorando, y si vemos cómo se encuentran las calles actualmente, las inundaciones, los cortes de energía, por citar unos ejemplos, es innegable que la percepción de que el municipio está peor ha subido.
En materia de inseguridad ciudadana, la cosa no esta mejor, lo cual resulta obvio con la nulidad que se evidencia en acciones concretas por parte de la Gobernación departamental; en varios municipios, además de Xela. Qué se podía esperar con el cambio de una gobernadora sin mayor preparación ni experiencia, por un gobernador que no tiene idea sobre la responsabilidad que tiene en materia de seguridad y desarrollo.
Difícilmente las cosas cambiarán en el resto del periodo gubernamental, porque ya se avizoran las elecciones generales, y en esa coyuntura, es más importante pensar en posibles reelecciones o cómo babosear otra vez a los electores, que en resolver los problemas. Por esa y otras razones, es importante que desde ya, como parte de nuestros deberes ciudadanos, empecemos a evaluar a quienes se perfilan como posibles candidatos a la alcaldía, concejales y síndicos, esencialmente, conocer sus planes de trabajo, además de sus propuestas políticas, para hacer una buena elección. También es importante evaluar la posibilidad de participar como candidato y formar parte de las decisiones. Se dice que los buenos somos más, entonces ¿por qué seguir permitiendo que los malos sean los que lleguen a los puestos de poder?
A quienes se han arrogado la representación de la sociedad civil, por favor, empiecen a evaluar desde ya hojas de vida, para proponer personas capaces y conocedoras de la problemática, para que de ellas salga un buen gobernador o gobernadora. Quetzaltenango cuenta con muchas personas preparadas académicamente, con experiencia en administración pública y conocedoras de las necesidades y problemas de la población; entonces, no se vale que en la terna que propongan para que se nombre al gobernador incluya gente inepta e irresponsable.
Administrador público, economista, politólogo, abogado y notario, y profesor universitario.