Tener fe es tan esencial, como tener duda.
Usted viene de un mundo donde le han contado cuentos. Históricamente las grandes organizaciones como las religiones, los Estados, las empresas, las Universidades han persuadido con falsos con tal de tener cristalizada la opinión pública.
El ser humano es mentiroso por naturaleza, mentir es parte de su inteligencia, engañar es su táctica preferida para salir victorioso. Una mentira repetida varias veces, se vuelve verdad. Lo que es costumbre es ley, dice el refrán. Atrévase a dudar de las creencias ancestrales y universales. Que usted piense diferente, no significa que esté errado.
Por ponerle algunos ejemplos de ideas implantadas, está la creencia del infierno, donde le inculcaron desde que usted era un inocente niño, que si usted no obedece, entonces sufrirá eternamente. O que, para ser bueno, debe ceder sus derechos. O que la leche de vaca es dañina para su salud. O que debe hacer ejercicio vigoroso para tener energía. O que la educación escolar genera niños inteligentes. O que la democracia es el mejor régimen para una nación. O que vivimos en un planeta plano que está en el centro de las estrellas. O que tal sustancia es buenísima para su salud…
Usted, atrévase a dudar, investigue, estudie, compare, analice la estadística, haga experimentos, lea la historia, argumente y desargumente, formule hipótesis, tesis y antítesis. No se trague la información solo porque la dijo un “experto”. Cada vez que habla un experto en los medios, debe darnos miedo, pues seguro que es estrategia de control de masas.
Recuérdese que la historia de la guerra la escribe el vencedor. Recuérdese también que, muchos grupos partidarios fanáticos, tienden a exagerar y falsear enunciados científicos con tal de conseguir más éxito en su causa. Esto se llama cientificismo. El ignorante afirma, el sabio duda, decía Aristóteles.
Lo contrario a la afirmación no es la negación, sino la duda. Usted tiene derecho a dudar de alguien, aunque le diga que eso le ofende, para manipularlo. Recuerde que la iglesia para detener la duda condenaba como blasfemos. Decía, “aprende a dudar y acabarás dudando de la propia duda”, premiado así a los creyentes y castigando a los escépticos.
Ahora que, si usted llega a un punto en que se siente despierto, que ha encontrado la verdad, le recomiendo encarecidamente que sea respetuoso con quienes están en la oscuridad, porque puede ser, que sean ellos los que están en lo correcto. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Duda de los datos, hasta que lo datos no dejen lugar a duda”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo