Algunas medicinas están hechas para enfermar crónicamente».
Si toma medicinas para la ansiedad, automáticamente se evitará la posibilidad de aprender a manejarla, porque está buscando alivio momentáneo, en lugar de enfrentar los pensamientos que le desequilibran y en lugar de aprender a controlar por sí mismo los síntomas.
Compare el tomar medicinas con consumir drogas adictivas ilegales, donde el drogadicto se aplica la sustancia con la primera intención de experimentar placer, pero luego viene el dolor por abstinencia y consume una dosis más alta para quitar el dolor y volver a experimentar placer, y así va saltando entre dolor y placer, hasta enviciarse; luego llegar al punto de que ya no se droga por placer, sino por no sentirse tan mal.
Así es la medicina para la ansiedad, le alivia pero le genera después más dolor, aparte de los síntomas secundarios. Hasta que se ve atrapado en un ciclo vicioso que le ha llevado meses y hasta años, y le ha dejado desfalcado.
Algunas drogas legales no se diferencian mucho de las drogas ilegales, pues están hechas con la intención de obtener las máximas ganancias, no para curar. Algunas empresas farmacéuticas a nivel mundial han corrompido los sistemas de salud, las universidades, incluso hasta los médicos.
Lamentablemente algunos galenos prescriben lo que los visitadores médicos les dicen que tienen que recetar. Luego los sobornan con regalías, bonos y halagos. Se ven obligados a escribir algo en la receta, ante pacientes que demandan alivio inmediato, o porque se sienten ineficientes si no indican algo. Bueno, ¡que se llaman médicos! y los médicos medican.
Si usted es médico, esté muy atento a ver si esas sustancias enferman, haga investigaciones químicas, estadísticas, comparativas y observacionales a la par de otros profesionales de la salud, a medida de detener esa intoxicación a la población, que resulta lucrativa para alguien que no ama la salud de nuestra gente.
Si usted sufre de ansiedad, aprenda a respirar, controle su mente, enfrente el objeto de su miedo… y si está sufriendo con esos síntomas desagradables, sin estar enfermo, entonces confíe en que su cuerpo se regulará solo, pues posee sabiduría organísmica. Evite atrofiar esta capacidad defensiva de su cuerpo.
Evite también enseñarles a los niños a que al mínimo dolor, un analgésico, a la mínima infección un antibiótico, a la mínima noche insomne, un somnífero. En lugar de ello enséñeles que su cuerpo posee sus propios antibióticos, analgésicos y somníferos… Una pastillita no va a componer las ideas irracionales, los problemas interpersonales, los peligros de la vida.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione, “muchas personas optan por el alivio y no por la cura, por tomar el camino corto toman el largo”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo