Nunca un sueño puede ser demasiado grande, siempre he creído y con el paso de los años afianzo esa creencia, que si algo surge desde lo más profundo de nuestro corazón es porque tenemos todo para hacer que suceda. Vivimos en medio de una sociedad en constante decadencia, cada vez decepciona más evidenciar tantos actos en los que ganan la negligencia y la mediocridad para hacer las cosas.
Tristemente nuestro país se encuentra en una crisis permanente, pero peor aún es escuchar de forma repetida solo quejas, sin ningún aporte, incluso de aquellos que se encuentran en una posición donde se esperaría generaran algún tipo de reforma, o que al menos hicieran una propuesta, se acomodan únicamente a criticar y señalar, sin hacer siquiera lo mínimo para procurar una transformación.
En medio de todo estoy segura que existen, y en un alto porcentaje, personas que anhelan un cambio rotundo y que con acciones que, aunque sean pequeñas, suman, aportando desde su entorno a una mejor sociedad. Soñadores y visionarios que no ven solo los aspectos en contra, sino que, en medio de todo lo malo, evidencian las oportunidades; y buscan la mejor forma de convertir esos vientos en contra, en vientos a favor.
Solo aquellos sueños que son imposibles son los que generarán un impacto que perdure. Solo aquellos sueños que rompan nuestros límites son los que nos harán crecer. Solo aquellos sueños que nos hagan dudar de nuestra propia capacidad son los que nos elevarán a las alturas de la excelencia y del descubrimiento de nuestro real potencial.
En diciembre, y por más de 53 años, las organizaciones Centro Internacional de Teoterapia (CENTI) y Alfa y Omega (MAYO), bajo la cobertura de la Confederación Internacional de Teoterapia (ICT) realiza el evento denominado Noche de Paz, en más de 60 países en los cinco continentes. El evento pretende reunir a la familia en un espacio donde puede fortalecer sus lazos, afianzar sus afectos y ser motivados a asumir su papel como agentes de cambio social.
Es un evento donde converge la música, el teatro, la reflexión, el esparcimiento, y otras cosas que le hacen agradable, ameno y con el propósito de generar social en Guatemala, a través de la restauración y el fortalecimiento de la familia. El anhelo es que el corazón de los miembros de la familia vuelva a su diseño original, y como consecuencia el corazón de los padres vuelva a los hijos, y el de los hijos a los padres. La familia ocupa el centro de la sociedad y por lo tanto el centro de la estrategia y propósito de Dios para el ser humano.
Existe un llamado universal al cambio. Aunque todos oponemos una resistencia natural a él, todos anhelamos cambiar y diariamente nuestras actividades están enfocadas hacia ello. Todo lo que pensamos, decimos y hacemos, consciente o inconscientemente nos lleva al cambio.
Pero, ¿qué tipo de cambio estamos buscando? ¿Un cambio que nos acerque a la excelencia o uno que nos lleve a la mediocridad? ¿Un cambio que nos permita desarrollar un liderazgo basado en una influencia positiva o un cambio que nos haga partícipes del hundimiento que nuestra sociedad está atravesando?
La respuesta a esas preguntas es el reto que nuestra generación tiene en sus manos. Todos y cada uno de nosotros estamos involucrados, por lo que la invitación es a que procuremos asistir a eventos como la Noche de Paz por Quetzaltenango, que se llevará a cabo el próximo domingo 3 de diciembre a las 15.30 horas, y así, juntos lograr el cambio que tanto anhelamos, empezando por nosotros mismos.
Mercadóloga especialista en Gestión de Proyectos. Capacitadora, motivadora, estratega y analista empresarial.