La elección de la maternidad, debería siempre ser una decisión tomada en base al dialogo con la pareja, de esta forma se puede convertir en un desafío muy gratificante, lleno de responsabilidades que cumplimos con agrado, la maternidad es un proceso, donde debemos aprender, nadie sabe qué significa ser madre, hasta que no se viven todos los cambios personales y sociales, que acontecen alrededor de la maternidad.
Existen mujeres que no experimentan este instinto maternal en ningún momento de su vida. Cada persona es única e irrepetible, por tanto, existen muchos caminos diferentes que conducen a la felicidad. Aunque muchas veces se defienda que la maternidad es uno de los caminos que nos conduce de forma directa a la felicidad, para una parte de la población no es así.
Hay otro grupo de mujeres que se hizo madre sin haber participado en la decisión, porque fueron víctimas de violación o porque no tuvieron acceso a métodos de planificación familiar: porque su pareja o proxenetas, no les permitieron el acceso a éstos, por mencionar algunas de las circunstancias en las que se hacen madres sin haber podido elegir, si era lo que en ese momento de su vida querían, fueron los “otros”que decidieron por ellas.
Encontramos un grupo de mujeres que no desean ser madres, por lo que están utilizando algún método de planificación familiar, pero entran dentro del porcentaje de falla del método y quedan embarazadas, algunas deciden tener ese bebe y otras toman una decisión diferente que puede ir desde la adopción hasta un aborto.(cabe reiterar que el aborto es un delito en Guatemala)
La maternidad en cualquiera de los cuadros antes mencionados es un desafío único, para las que deciden de forma libre tener un hijo, puede ser lleno de acontecimientos que requieren una inversión emocional, económica, de trabajo continuo, pero muchas mamas encuentran su pago en una sonrisa o una mirada de esos seres a los que llamamos tiernamente: hijos y en la hermosa palabra: mamá.
Para las que son madres sin haberlo elegido, puede ser que la continua relación con el hijo, sea parte de la sanación de las heridas que conllevo la maternidad forzada y al final puedan disfrutar casi plenamente ser llamadas “mamá”. Sin embargo algunas no encuentran ese punto común y no pueden aceptar ser madres, no perdonan que fueron obligadas ya sea porque fueron víctimas de violencia, porque no tuvieron métodos de planificación a su alcance o porqué el método tuvo una falla, no deben ser juzgadas y relegadas, deben ser apoyadas, consideradas, escuchadas, amadas y entendidas. Porque si ellas optan por continuar con una maternidad impuesta, es muy probable que el “niño” sufra muchas veces las consecuencias de la frustración que ellas viven. (Aunque como en todo existe la excepción)
Es también prudente recordar en tener acceso a educación superior disminuye el número de hijos por mujer, siendo las pacientes en pobreza extremalas que más hijos tienen….la pregunta es ¿Por qué?Y ¡no! la expresiónque algunas veces escuchamos “que ingratas, porque no se cuidan, traen hijos al mundo a morir de hambre”.
Maternidad: “te protegeré hasta que hayas crecido, entonces te daré completa libertad”.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.