Cuatro meses han transcurrido a partir de cuándo, la nueva administración gubernamental, asumió el poder para dirigir los destinos de Guatemala; cuatro meses en que ya encontramos señales preocupantes de algo que, si no se corrige oportunamente, contaminará a no pocos como está contaminando el coronavírus a la población. Justifica esta preocupación, dos casos (puede haber más) que destaca “eL Periódico” en su emisión del pasado 27 de abril y otras emisiones. Para mayor ilustración de nuestros lectores, traslado parte de lo destacado, en la fecha señalada: “La comodidad en su despacho parece ser la prioridad del presidente del Congreso. Entre los gastos que registra dicho organismo en medio de la pandemia, se registran jardinización y una ducha portátil “para uso del despacho de la autoridad superior””, según artículo del periodista Enrique García. Si esto no es síntoma de abuso y corrupción, ¿cómo podría calificarse? Nuestros lectores, tienen la palabra.
La ducha relajante y la jardinización, nos cuesta a los guatemaltecos, Q. 16,674oo, más Q. 3,150 por servicios (se supone valor de trabajo e insumos) para un total de Q. 19,824; también, según la misma fuente, se recetó compra de camisas con el logo del congreso, diz que para eventos del cargo y lo que permite suponer que puede haber otros gastos que se desconocen; total, como reza el dicho: lo que no cuesta, que se haga fiesta. Lo más criticable, en situación como tal, es que el Sr. Allan Rodríguez, es el presidente del congreso y, por añadidura, miembro del partido oficial. Otro caso que vale la pena señalar, es el que se atribuye a la familia Jarquín, según el mismo periódico: señala que, desde gobiernos anteriores, se le viene favoreciendo con jugosos contratos por millones de quetzales.
En cuanto al caso del presidente del Congreso, el justificarse como tal y por sobre todo, como “autoridad superior”, no justifica recurrir a privilegios o caprichitos personales, que constituyen un mal ejemplo en el congreso; muy por el contrario, debe dar el ejemplo y actuar con la transparencia y ética legislativas en el cargo para no contaminar al resto de legisladores que, como reza un dicho popular (si lo hace el jefe, ¿por qué no hacerlo nosotros?), sin que el presidente de la junta directiva, pueda censurarlos pues él ha dado el mal ejemplo. Según declaraciones del actual Presidente de la República, el gobierno crea –o está por crear- una comisión para contener el gasto y con lo cual, se espera ahorrar, más de 600 millones de quetzales en los gastos del ejecutivo. Sana intención donde, lo deseable es que también sea implementada, por los organismos Legislativo y Judicial.
Los donativos al gobierno para enfrentar el coronavírus, es algo que debe agradecerse pero que, como hay antecedentes, no es raro que se hagan los donativos, con una doble intención: dar el donativo con el insano propósito de esperar a cambio, beneficios personales. Veamos un ejemplo según la misma fuente y periódico de fecha posterior, un proveedor de productos para la salud, dio un donativo de 500 mil quetzales y fue recompensado, con un contrato de 6.1 millones: la aparente buena intención, es opacada por el interés personal: el aporte disfrazado de donativo, no es más que una inversión con beneficios esperados. La realidad y experiencia de casos como tal, está llena de ejemplos en tal sentido, no solo en Guatemala, sino también en otros muchos países. Ojalá pues y se tomen las previsiones para que no salga más caro el caldo, que las albóndigas o más cara la medicina, que la enfermedad.
Comentado con algunos amigos, se reconoció la forma en que viene actuando el presidente, aunque hay pasos o acciones que no obstante la buena intención que las respaldan, no siempre ha dado los resultados esperados; esto, con respecto a la pandemia que se enfrenta en el mundo donde, Guatemala, no es la excepción.
Para no pecar de derrotistas, alguien dijo: ojalá que no nos defraude y que, que, así como viene actuando el gobierno desde que llegó al ejercicio del poder, siga actuando hasta finalizar su período, especialmente en lo que se refiere al combate a la corrupción e impunidad y otros vicios que se comentan y conocen de gobiernos anteriores entre los que destaca el inmediato anterior donde, el entonces presidente, fue objeto de severos cuestionamientos y tuvo como recompensa una curul en el PARLACEN donde, aparte de cobrar un sueldo en dólares se está desempeñando, con la misma ineptitud que ejerció y desempeñó, el honroso cargo de Presidente de la República.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com