Existen una serie de eventos cuya similitud es imposible de no apreciar. Al revisar la historia de lo vivido en 1944, 2015 y 2017 uno no deja de sorprenderse, pareciera una repetición de sucesos. Un ciclo que se repite en el ámbito político.
Al revisar la carta de los 311, enviada a Jorge Ubico en las postrimerías de la Revolución del 20 de octubre de 1944, que luego culminó con la renuncia del dictador, se observan grandes semejanzas con la renuncia de Otto Pérez Molina y las acciones del presidente Jimmy Morales.
Hoy en día se tilda de comunistas a todos aquellos que enarbolen la bandera contra la corrupción e impunidad. Diversos actores sociales manifiestan que Iván Velázquez, comisionado de la Cicig, y Thelma Aldana, fiscal del Ministerio Público, forman parte de un grupo de comunistas que ante la imposibilidad de haber tomado el poder en las urnas, ahora pretenden hacerlo en los tribunales.
En 1944, para desvalorizar, las manifestaciones lo que se afirmaba era que todos los miembros de las agrupaciones o grupos de manifestantes eran “nazis o fascistas”. En estos días se afirma que la nación podría convertirse en una “Venezuela”. Estos rumores logran su objetivo, asustando especialmente a los empresarios, que según ellos se terminaría la libertad de empresa. Las mismas prácticas de los políticos y gobernantes de 1944 se replican décadas después.
Como en 1944 existen grupos de interés que llevan al mandatario información falsa de lo que ocurre y le pintan un panorama distinto al que en realidad vive el país.
Pareciera que la denominada rosca de poder se encarga de adormitar al mandatario Morales, haciéndole creer que las acciones tomadas llevan el propósito de construir una Guatemala mejor, nada más falso pero creíble por el mandatario.
En la época de Ubico no existía libertad de prensa, los medios de comunicación estaban cooptados por el gobernante. Así como le gustaría a Álvaro Arzú que fuera hoy, de hecho ha retado a los periodistas para que renuncien al fuero de prensa. En el caso de varios medios de comunicación, como la llamada televisión nacional – prensa, y otros, hoy no son independientes pertenecen a personas prófugas de la justicia por delitos contra el estado. Similar panorama se vivía en el gobierno de Ubico.
En estos días se conoció la noticia de que el presidente Jimmy Morales convocó a los tuiteros, esos 20 que mencionó el diputado Javier Hernández para conocer la molestia y una postura sobre el trabajo que realiza el Gobierno, esto como parte del diálogo propuesto por el mandatario. Igualmente, en 1944 Jorge Ubico convocó a los representantes de los firmantes del memorial de los 311, y mediante engaños intentó alargar los días de gobierno, pretendiendo un diálogo abierto que nunca existió. Mismas acciones, distintos gobernantes, círculos de poder de Ubico con bastante parecido a los de Morales en la actualidad.
La carta de los congresistas estadounidenses al secretario de Estado del país del norte, viene siendo como la solicitud del Honorable Cuerpo Diplomático que intervino en 1944 para intentar un diálogo con los líderes de las manifestaciones.
Todo lo sucedido en 1944 derivó en la renuncia de Jorge Ubico, y posteriormente del triunvirato militar conformado por los generales Eduardo Villagrán Ariza, Buenaventura Pineda y Federico Ponce Vaides.
Como en aquellos días no existía una articulación de líderes de la plaza, era un grupo de jóvenes dispuestos a cambiar el país, acto que lograron y los beneficios obtenidos incluso hoy siguen vigentes.
Por tanto, no es excusa que en la plaza del 20 de septiembre 2017 no existan líderes, todos los ciudadanos lo son, pudiendo establecerse un grupo de guatemaltecos con la energía y capacidad para transformar la nación. Si se les da la oportunidad a las nuevas generaciones seguro habrá nuevos liderazgos.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.