Se acerca la “Semana Santa” y tal parece que no habrá celebración de la “Pasión, Muerte y Resurección de Jesús” un acontecimiento que celebran a nivel mundial los “Cristianos”, lo que sí no es para celebrar son los miles de muertos que ha dejado la “Pandemía del Coronavirus Covid 19” en por lo menos 200 países, afortunadamente en Guatemala solamente existe un fallecido. Sin embargo como escribí anteriormente esto es el inicio de una crisis que dejará millones de muertos, por una enfermedad del sistema neoliberal, llamada “Pobreza”, en todo el mundo, todos los años, debido a sus efectos: Desnutrición, delincuencia, migración, drogadicción, entre otros.
No es mentira que este fenómeno sumado al de la desigualdad constituyen variables inseparables al sistema de concentranción de riqueza que reina en todo el mundo. Pero vayamos al contexto local. Son miles de empresas guatemaltecas las que se verán afectadas, castigando al empleado, o al propietario que se autoemplea en procesos de emprendimiento debido a la necesidad y falta de oportunidades, o bien como resultado de un sueño, el de sobrevivir en un país como el nuestro.
El víacrucis para los empresarios pequeños que tuvieron que cerrar sus negocios durante 15 días por orden presidencial para contener la enfermedad será de proporciones apocalípticas. Para tener una visión de lo que nos espera, le pido estimado lector que vea a su alrededor, en la esquina de su barrio, tiendas, tortillerias, cafeterías, librerías, servicios de internet, panaderías, restaurantes, salones de belleza, sastrerías, oficinas profesionales de abogados, contadores, arquitectos, ingenieros, valuadores, etcétera, etcétera. Ahora vea al que lava los carros, al que vende flores, al que lustra los zapatos, el vendedor de puerta en puerta, los vendedores en los mercados, agricultores de subsistencia, son millones los que pertenecen a este sector, muchos de ellos, mal llamados, informales. Sin acceso a esos millones que se destinan al crédito.
Derivado de esto tenemos dos grupos, no se cuál sea mejor, los que están inscritos y los que no figuran en ningún registro. Los primeros ahora deben pensar en pagar los impuestos, el IVA del mes de febrero y el Impuesto Sobre la Renta (si son contribuyentes normales, pequeños sólo el IVA). Afortunadamente el Directorio de la Superintendencia de Administración Tributaria, hizó lo que, hasta donde la ley le permitía, declarar días inhábiles del 24 al 31 de marzo y del 1 al 14 de abril, por lo qué el pago debe hacerse a más tardar y sin demora el 15 de abril. Bueno acá es un pequeño alivio, si y sólo sí el 1 de abril ya pueden trabajar con normalidad, esto deja 15 días de ingresos para, primero pagar salarios si tienen empleados, luego reunir lo de los impuestos, pero de nada servirá el plazo si el gobierno continua con las restricciones sanitarias, las que por cierto pueden ser necesarias. Sumado a lo anterior para el día 20 de abril vence el plazo del pago de la cuota patronal del IGSS, quienes han emitido también un acuerdo para diferir el pago de ésta, no así de la cuota laboral, significa entonces que se debe descontar a los trabajadores el 4.83% del sueldo al 31 de marzo, y sin demora entregarlo a las arcas del Instituto, el 12.67% del pago patronal, Intecap e Irtra se pagara a partir de julio. Y para rematar si la empresa tiene crédito con bancos deberá pagar los préstamos, aunque en este caso la Junta Monetaria habilitó a las instituciones crediticias para que se renegociará las deudas y otorgar plazos para el pago, eso sí, según informan usuarios, solo la cuota del capital se traslada, los intereses deben pagarse.
Hay un alivio, pero tiene sus consecuencias, el Congreso aprobó un fondo para créditos blandos a las micro y pequeñas empresas, pero sólo podrán optar las inscritas. La informales no pueden debido a su condición, a no ser que el gobierno establezca parámetros extraordinarios con el aval de la Junta Monetaria, hoy no contemplados en el sector financiero. Pero lo peor es adquirir una deuda, sin saber lo que le depara el destino, la economía mundial tendrá por lo menos dos años de recesión, que de seguro impactará en estas unidades productivas. Así las cosas, sin ingresos, sin capital de trabajo, pago de sueldos y salarios, pago de impuestos, arrendamientos, cuotas patronales, servicios de agua, luz, telefono, extracción de basura, para la micro, pequeña, y mediana empresa se viene un verdadero calvario al grado de una inevitable crucifixión.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.