Existen muchas teorías sobre el origen de la enfermedad que en los últimos días ataca a la humanidad por su alto nivel de contagio. Su llegada al país ha originado una crisis sin precedentes, nunca antes vista en la historia reciente de Guatemala. Al momento de este escrito solamente hay nueve casos confirmados y una defunsión (quedate en casa para que se mantenga el número bajo de casos), tres días de cuarentena parcial y pérdidas inmediatas de millones de quetzales en muchos sectores.
Guatemala no esta preparada para afrontar una situación de la gravedad que hoy vivimos, no quiero ser fatalista pero las caractéristicas económicas, políticas y sociales no son las mejores en estos momentos. Tenemos un gobierno atado de manos, todas sus decisiones son aprobadas por el alto mando del CACIF, al grado de modificar sus opiniones, situación evidenciada al decretar suspención de actividades en el sector privado la noche del lunes y la mañana del martes cambiar de criterio, estableciendo que siempre no se suspenden las actividades.
El Presidente se presento al Congreso con un supuesto plan de reactivación económica, muy poco va para el 80% del sector económico que mueve el país, compuesto por micro y pequeñas empresas. Existen estudios serios que revelan que de cada 10 empleos 8 se generan en el sector informal. Este sector no tendra ingresos en estos días, por lo que sus trabajadores no podrán cobrar. La gran diferencia del plan se puede medir con el siguente dato, en devolución de crédito fiscal para exportadores Q2.6 miles de millones de quetzales, para las MIPYMES Q100 millones, lo que representa un 3.9% para estas empresas y un 96% para los exportadores. Acá se comprueba la gran desigualdad existente, no solo económica, sino que también en las decisiones políticas.
En la ampliación presupuestaria, llama poderosamente la atención que para el Ministerio de Educación se solicitan Q1,1 miles de millones de quetzales para cubrir el pago de los pactos colectivos, y Q1,05 miles de millones para salud. ¿Cómo así? Lo importante es el pacto colectivo y no cubrir de insumos al sector salud, en verdad esto es una gran contradicción. Pero lo peor es que será financiado con deuda interna y externa, cuando la evasión del Impuesto Sobre la Renta llega a Q25 mil millones, cuatro veces más lo solicitado, lo que significa que no habran esfuerzos en la fiscalización de los grandes negocios que se realizan en territorio nacional.
El proyecto presidencial no aborda la solución al sector más afectado, el turistico, para nada el Presidente menciona a este grupo de empresas, quienes han tenido cancelaciones ya para la próxima semana santa. Debido a esto los ingresos en los próximos tres meses iran a la baja, afectando el número de plazas laborales directas e indirectas.
A este panorama nefasto debemos sumar la posible recesión económica en Estados Unidos. Lo seguro es que en estos días muchos connacionales que viven en el país del norte no tendrán trabajo, lo que originará una baja en las remesas para los próximos tres o seis meses, afectando el comercio interno, ya que estos dólares en su mayoria van al consumo.
No esta demás decir que en los párrafos previos esta el análisis de la situación actual, pero también incluye de alguna manera las propuestas, a las que sumo las siguientes:
Así las cosas, solo quiero finalizar diciendo que no todo lo que el Presidente dice es verdad, mucho menos cuando menciona al bien común como un factor para tomar decisiones presidenciales, ya que sus acciones demuestran que los beneficios van para las grandes corporaciones de millonarios capitales y muy poco para las pequeñas, y menos para la población pobre del país.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.