Al mejor estilo de la factura electrónica, y con mayor rapidez la desigualdad, la pobreza, producto de la concentración de la riqueza en pocas manos, irremediablemente llega a desestabilizar a un país.
En muchos países latinoamericanos las manifestaciones se han apoderado de las calles, por motivos distintos, pero con el mismo problema, alta desigualdad.
Durante más de tres semana en Chile se ha iniciado una jornada de protestas, no se vislumbra que vayan a cesar. Al principio la llama se encendió por el aumento del precio del transporte público. Los chilenos se transportan en metro y autobús. El valor del pasaje se incrementó en casi un 80%, lo que desató fuertes protestas de los estudiantes del noveno ciclo, acompañados de los universitarios.
Algunos se preguntan porque si ellos teniendo un subsidio gubernamental estaban manifestando. El gobierno dio marcha atrás al incremento. Sin embargo se equivoco en la forma en que manejo el problema. La quema de estaciones del metro y de buses, se realizó para acusar a los manifestantes, sin embargo en las calles de Chile se afirma que fue el mismo gobierno el que envió a quemar las unidades. Esta acción levanto los ánimos de la mayoría de la población.
El pueblo chileno acumulo mucho enojo y molestia, esto es evidente en las calles de la ciudad de Santiago. Durante mi visita a esta ciudad todos los días han existido marchas de diversos sectores. Los transportistas piden que se baje el precio del peaje en las autopistas, el que consideran es exagerado. Las amas de casa suenan cacerolas, incluso desde la ventana de los apartamentos se escucha este sonido peculiar.
Otra molestia del pueblo es el plan de retiro. Muchos se preguntan que se hace con el dinero que tiene la Administradora del Fondo de Pensiones, y porque ellos al momento del retiro reciben cantidades sumamente bajas. Por ejemplo un trabajador que en promedio tenga un salario de mil dólares, recibe entre un 40 y 60% de este monto al momento de pensionarse. Pero lo más preocupante es que el dinero esta fuera del país, es lo que se sospecha, y en cualquier momento la empresa puede, según analistas, declararse en quiebra y dejar en el abandono a los pensionados.
En Chile todo es privado, es este sector el que asumió el control de los servicios básicos, como luz, agua, transporte, educación (no toda, pero si un gran porcentaje). Estudiar en una universidad estatal, según comentario del Dr. Carrasco de la Universidad Pedagógica de Chile, le cuesta al estudiante USD$ 7,000.00 el equivalente en quetzales a Q54 mil 600; quinientas cuarenta veces más que en la Universidad de San Carlos. La comparación es valida considerando dos universidades estatales. Ahora imaginemos ¿cuánto costara estudiar en una universidad privada? El Estado beca a los mejores estudiantes, les entrega un cheque para que ellos elijan donde estudiar, si las notas son altas, así subirá el valor de la beca. Esto hace que las universidades privada ofrezcan beneficios adicionales a estos estudiantes, cosa que no pueden hacer las universidades estatales.
La otra molestia del pueblo chileno se concentra en lo bajo del salario mínimo. Aproximadamente este asciende a USD$ 410.00, el de Guatemala esta en USD$371.80; la diferencia es de USD$39 dólares. Para el metro un chileno gasta USD$0.75 y un guatemalteco paga en transmetro USD$0.13; en la ciudad capital, cinco veces menos, y así la diferencia de precios en productos de consumo básico. Se considera a la ciudad de Santiago una, si no la más cara de Latinoamérica. El modelo capitalista, propuesto por los llamados “Chicago Boys” esta en peligro en Chile, pero no solo allí. Este modelo basado en la concentración de la riqueza en pocas manos esta generando problemas en toda Latinoamérica, es una bomba de tiempo, tarde o temprano explotara. Urge tomar acciones para que exista menos desigualdad, de lo contrario el caos se apoderará del territorio.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.