La Casa Aparicio, situada en la 13 Avenida de la Zona 1 de Quetzaltenango (antes denominada como “Calle de los Bancos” o Avenida Dr. Juan José Ortega), es hoy el edificio que ocupa la Gobernación Departamental. Es un bello complejo arquitectónico de más de 1,100 metros cuadrados de estilo renacentista construido en dos cuerpos, en uno de los cuales se encuentra el edificio principal con un patio central alrededor del cual se sitúan los diferentes espacios y salones que describimos adelante.
En su parte frontal se encuentra la puerta de acceso con un montante superior de hierro forjado decorado con figuras vegetales en el centro de las cuales se ubica la inicial “A” (de Aparicio). En esta entrada, con una puerta de dos hojas con aplicaciones de bronce se encuentra al centro de las mismas en bajo relieve, los rostros de don Juan Aparicio y Limón (pater familiae); y de su esposa, doña Francisca Mérida Monzón, padres ellos que fueron de Francisca Aparicio Mérida, esposa del General Justo Rufino Barrios y de una extensa familia, uno de cuyos miembros, don Juan Aparicio Mérida, murió fusilado durante la Revolución de Occidente en el año 1897.
Continuando con la descripción del edificio, al ingresar a él se llega a un patio central de forma rectangular con pórticos en sus cuatro lados y 16 columnas octogonales de madera sobre pedestales de piedra. Este patio se encuentra rodeado de 15 habitaciones, y en el medio una bellísima y amplia escalinata de mármol, de estilo imperial que en su parte superior se bifurca hacia ambos lados para dar paso a los salones del segundo nivel. Hasta hace algunos años al pie de la escalinata se encontraban dos esculturas de mármol evocando la belleza femenina (ambas desaparecidas); al fondo de la escalinata, un espejo de grandes proporciones. El patio central se encontraba cubierto por un techo de vidrieras.
En el segundo nivel funcionó un pequeño teatro para la familia Aparicio; así como amplios salones, uno de los cuales (hoy ocupado por la oficina de quien ostenta el cargo de Gobernador Departamental), se utilizó como salón de música.
Al lado del edificio principal se encuentra otro de menores dimensiones y menos adornado, el cual sirvió para los empleados de la familia, así como para garaje de los carruajes y bodegas.
La Casa Aparicio fue construida en el año 1870 con recursos de don Juan Aparicio y Limón (varios años antes que el General Justo Rufino Barrios conociera a Francisca, una de sus hijas). Por tanto, los recursos para la construcción de la Casa Aparicio derivaron de los negocios de la familia, quienes en la época eran propietarios de varias fincas de café y caña de azúcar, siendo los más importantes exportadores de estos productos a Europa y los Estados Unidos de América.
Durante el terremoto del 18 de abril de 1902 la casa sufrió daños, perdiendo la ornamentación y cornisas exteriores, así como los cristales que cubrían el patio interior.
La familia Aparicio abandonó Quetzaltenango, vendiendo sus propiedades (incluida la Casa Aparicio) a la familia alemana Nottebohm, quienes habían sido financistas de los Aparicio en sus negocios de exportación de café.
Durante la Segunda Guerra Mundial el gobierno guatemalteco expropia a los alemanes sus bienes en el país, con lo que la familia Nottebhom perdió la Casa Aparicio pasando ésta a poder del Gobierno, el que en un primer momento (1944) la cede a los Sindicatos de Quetzaltenango. Luego fue ocupada por la Universidad de San Carlos, la que estableció allí las Facultades de Humanidades y Economía. Por los años 60 del siglo pasado pasó a ser sede de la Administración de Rentas y luego de la Policía, momento en que pintan de azul las columnas de piedra y utilizan algunos salones como carceleta, arruinando por ello buena parte del edificio.
En el año 1980 el edificio es declarado como Monumento Nacional, siendo revitalizado durante el gobierno del Presidente Álvaro Arzú. Hoy el edificio es ocupado por la Gobernación Departamental de Quetzaltenango.