Los ojos de la población en las últimas semanas se han centrado en la baja ejecución de los recursos financieros disponibles para cubrir la emergencia de la pandemia del Covid-19, especialmente los relacionados a artículos de protección para el personal de salud que trabaja en la primera línea de combate contra la enfermedad. Varios sectores se han pronunciado demandando la urgencia de proteger la vida del personal de salud, sin embargo, existe un sector del Ministerio de Salud que no se ha pronunciado como lo hace cuando surgen otros inconvenientes con las autoridades.
Me refiero a los Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Salud, en esa cartera a nivel nacional suman más de 18 desde los Sindicatos de trabajadores, desde el de médicos hasta los de trabajadores de transportes, laboratoristas, personal administrativo, y personal de Direcciones, entre otros, ha habido ya varios señalamientos por la lentitud administrativa del Ministerio para ejecutar los recursos financieros que tiene disponibles, incluso de la poca capacidad del personal administrativo para adjudicar las contrataciones.
Así como existen buenos empleados de salud y existen buenos sindicatos que realmente velan por los trabajadores también existe una verdad que no se puede negar ni esconder y es que en la mayoría de las veces los Sindicatos en la administración pública han servido como cueva para encubrir a malos trabajadores quienes bajo la cobija de éstas organizaciones no se presentan a laborar y no les importa la calidad del trabajo que prestan porque se sienten inamovibles y sus jefes no se atreven a iniciarles proceso administrativo de despido.
El área financiera es clave en cualquier institución, y son varias ya las del sector público en donde los técnicos y profesionales que son los responsables de llevar a cabo los procesos boicotean a sus superiores haciendo mal su trabajo, incluso porque los sindicatos tienen emplazadas las instituciones para evitar despidos y ante el desconocimiento de los procedimientos legales de sus superiores tienen que aceptar las condiciones que quieran con tal de que más o menos trabajen.
En el Ministerio de Salud los sindicatos si quieren hacer algo que de verdad valga la pena deben levantar el emplazamiento y dejar que las autoridades ante ésta emergencia puedan remover al personal que no está funcionando, en caso contrario las autoridades deben empezar a documentar las faltas y negligencias que está cometiendo el personal financiero y administrativo e iniciar el proceso de destitución bajo el procedimiento establecido ya que cada una de esas faltas significa menos tiempo para tener insumos para el personal de salud y para tratar a los enfermos; esto con afán de sustituirlos con personal capaz y eficiente.
Es por eso que llama la atención la pasividad y nulo protagonismo que tienen los Sindicatos del Ministerio de Salud ante la emergencia del Covid-19, ya que tan poco han procurado ni exigido que se resguarde, proteja y se le den condiciones mínimas de protección a todos los trabajadores y especialmente a médicos, enfermeras, laboratoristas, incluso muchos no tienen un lugar en donde albergarse y regresan con sus familias todos los días corriendo el riesgo de contagiarlos.