La vida humana está llena de excelentes oportunidades, es decir, de circunstancias favorables para hacer algo en beneficio de la vida. De las 24 horas que tiene el día use un poquito de tiempo para tomar conciencia de todo lo que implica estar vivo. Aún en medio de las dificultades de la misma vida, es fantástico vivir para dar vida. Busque momentos oportunos para hacer algo bueno por su vida y la de los demás.
Nacimos y vivimos en un país maravilloso: con volcanes, lagos, ríos, montañas y un clima envidiable para muchos. Este país es el espacio en donde usted tiene que dar lo mejor de sí mismo para hacerlo más productivo. ¿Cuántas oportunidades ha tenido usted de hacer algo positivo para vivir en un mejor país? Si hace cuentas, seguramente son muchas. No importa la edad para aportar algo a este país.
Con los años que tiene, usted es lo que es porque ha aprovechado las buenas oportunidades que la misma vida le ha dado; y si usted no es lo que quiso ser, es por no haber aprovechado las oportunidades que tuvo. Dice el refrán que “el tiempo perdido hasta los santos lo lloran”. Los primeros en llorar por no haber aprovechado las oportunidades de la vida, somos nosotros mismos.
En cuanto a la dimensión afectiva ¿Se ha lamentado del esposo o esposa que tiene? ¿Se ha arrepentido por haber dejado ir a una mujer o un hombre que valía la pena darle la oportunidad de conquistarle, pero simple y sencillamente, se los despachó de su vida? Algunos dicen: es que yo tuve la oportunidad de tener una mejor pareja, pero no sé qué me pasó; bien dicen que “el amor es ciego”.
Hoy la vida le está dando la oportunidad de amar. Al final de esta vida seremos juzgados, no por la cantidad de dinero o cosas materiales que tengamos, sino por nuestra capacidad de amar. Por lo tanto, no tenga miedo de amar y de expresar lo que siente. El verdadero amor ilumina la vida de quien lo siente. Deje el orgullo, la vanidad, la inseguridad personal, el vacío existencial, el miedo, las soberbia y la falta de fe en sí mismo. Usted ame sin miedo y sin medida. Déjese amar por quien de verdad le ama; y despida a quien “disque” le ama, puesto que sus acciones son absolutamente falaces.
Tome conciencia de esta realidad. Todos hemos tenido la oportunidad de elegir, decidir, estudiar, trabajar, servir, formar un hogar y de ser felices. Entonces, cuando llegue la oportunidad de hacer algo que le ayude a ser feliz, hágalo; beba agua cuando su recipiente tenga agua, no cuando usted tenga sed. Si tiene hijos, disfrútelos ahora, porque tarde o temprano emprenderán el vuelo y se quedará solo. En este preciso momento, tanto usted como yo tenemos sed de amor, de comunicación, de comprensión, de estar bien integralmente, ¿qué hay que hacer?
Si hoy tiene la oportunidad de amar, de perdonar a alguien, de retomar algunas cosas para ser feliz, hay que hacerlo. Ame, estudie, edúquese, escuche y sea feliz. Dese la oportunidad de disfrutar el milagro de la vida. Ahora bien, así como usted tiene oportunidades para ser mejor, también las tiene para hacer el mal.
Oportunidades para hacer daño, hay muchas; pero no caiga en la trampa de la mediocridad, porque la misma vida devuelve lo que se le da. Recuerde: la oportunidad que siempre debe rechazar es la de hacer el mal; y la oportunidad que siempre debe hospedar en su corazón es la de hacer el bien sin importar a quién.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.