Durante las celebraciones de fin de año 2019, se evidenció el nivel de frustración, desconsuelo, terror, ausencia de sentido humano y respeto a la vida por miles de ciudadanos guatemaltecos; sí, lo escribí bien, miles fueron los que creyendo ser seres de otro nivel, superiores, o en verdad no sé lo que pensaban en ese momento, tomaron las armas, de todo tipo y calibre, descargando las ráfagas de balas al cielo, sin imaginar, espero, que tarde o temprano el proyectil debía caer nuevamente a la tierra, y podía matar a otro ser humano.
Muchos son aquellos que tienen esa práctica de disparar al aire, no solo en Navidad y año nuevo, también lo hacen cuando se encuentran bajo efectos de alcohol o alguna droga. No solo es en departamentos como Zacapa, Chiquimula, El Progreso, Escuintla, Huehuetenango, Ciudad Capital, también lo hacen en Xela. Estos actos al margen de la ley siempre pasan desapercibidos por las autoridades, la prueba de ello, es que siempre en el mismo lugar, los fines de semana se escuchan las ráfagas de balas, los policías son testigos de ello, pero nunca buscan, o bien se hacen de la vista gorda.
Este cierre 2019, como ha sucedido en años anteriores, hay víctimas inocentes. El caso de la niña de 9 años Nahomy Chalí Yoc, es en verdad triste, lamentable, imperdonable e injustificable. Una familia hoy llora la ausencia de quien pudo ser un ciudadano ejemplar, de esos que necesita nuestro país.
Muchos nos preguntamos ¿por qué esos desastres no les pasan a mareros o delincuentes? ¿por qué tuvo que ser una niña, cuyo futuro se vislumbraba ejemplar, por ser la abanderada? El destino es así, dirán algunos, otros lo pondrán todo en manos del ser supremo, es voluntad de Dios, expresarán los religiosos. Estas frases justifican el enorme negocio que representan las armas de fuego, uno de los más lucrativos a nivel mundial, pero en manos de norteamericanos. Sí, Estados Unidos es el mayor productor de todo tipo de pistolas, y armamento militar. Por eso se dice que la guerra, la delincuencia, todo lo relacionado a armas de fuego es un excelente negocio.
De acuerdo con el portal virtual de Telesur, Estados Unidos concentra el 34% de las ventas a nivel mundial de armas de fuego. Los propietarios de las fábricas tienen un alto poder político, debido a la vinculación de estos con las campañas de los presidentes, ya sean demócratas o republicanos, es por ello que el negocio no se detiene, y no importa cuántos mueran, en las condiciones que sucedan estos hechos, los fabricantes no están dispuestos a detenerse.
En 2017, las 100 empresas más grandes de armamento vendieron 398,000 millones de dólares. Estados Unidos produjo el 34 % de estas ventas. El país del norte envía armas, para que acá nos matemos entre nosotros y por nada del mundo busquemos una vida mejor. Es parte del juego, y en él caen la mayoría de ignorantes.
Sin embargo, a pesar de la muerte de la niña de 9 años, nadie en el gobierno hará el mínimo esfuerzo por resolver un problema añejo en el país. Del total de muertes violentas, entre el 70 % y 80 % tuvieron participación las armas de fuego. En tiempos de paz, como los actuales, llama la atención que entre abril de 1996 y marzo de 2018 se importaron más de 415 millones de municiones. Sí, la policía no las utiliza, a no ser para práctica, igual que el ejército, la pregunta es ¿quién gasta esos millones de municiones, o a quién se venden legalmente? La muerte de una niña, como la muerte en promedio diario de 20 guatemaltecos, 18 de estos con arma de fuego, no motiva, ni motivarán a las autoridades del país a hacer algo que cambie esta triste y lamentable realidad.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.