Se habrán preguntado ustedes alguna vez el ¿por qué sube el precio de la gasolina en épocas vacacionales? O tal vez no se habían dado cuenta, pero siempre que se acerca las fechas de algún descanso largo, que requiere la compra de combustible en mayor cantidad a lo normal el precio sube.
En una comparación de los precios promedio del combustible entre la semana del 8 de abril y el 15 del mismo mes, se puede observar que la gasolina super se incremento en Q1.10 quetzales, la regular en Q1.15 y el diesel en Q0.21. No es sorpresa, hagan el ejercicio y esten atentos a observar como en semana santa, fiestas de independencia y navidad el precio se incrementa.
La razón fundamental no tiene nada que ver con el incremento del precio internacional del barril de petróleo, mucho menos con la demanda, la que al subir presiona para que el precio se incremente. Así debiera de funcionar en mercado libre, en el que la oferta y la demanda determinan el precio, sin embargo dichas leyes son violentadas por el fenómeno del monopolio.
En este caso no me refiero la hecho de que solamente exista una o dos empresas que importen el combustible, ya que al consultar en el Ministerio de Energia y Minas se observa que existen muchas empresas importadoras, quizas porque utilizan diversos nombres pero son los mismos dueños, información que desconozco, pero aparentemente hay oferta, sin embargo no es cierto. Aunque usted observe que hay muchos nombres diferentes de gasolineras, son dos marcas las que se venden en el país, Texaco y Shell.
A pesar de que la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (DIACO) advirtió a los distribuidores del combustible que el aumento de precios no esta justificado, este continua sin ninguna restricción. Según los expertos no existe razón alguna para incrementar los precios.
La DIACO presento una denuncia ante el Ministerio Público, en contra de cuatro representates de las distribuidoras, Uno Guatemala, Uno Petrol, Puma y Chevron, así también informó sobre la investigación que se hace contra 160 gasolineras. Todo lo anterior en virtud de que los denunciados han acordado el precio, y a esto se le llama especulación. No es lo mismo que el precio suba por un incremento en los costos, a que este se aumente por una decisión de sus directivos.
Cuando se reúnen los empresarios para definir el precio del combustible, ellos obtienen ganancias multimillonarias. Para el año 2017, según información del Ministerio de Energía, en promedio se consumió 6,933,234 galones de combustible superior. Esto deja claro que un quetzal de incremento en el precio equivale en un mes a millonarias ganancias.
En el plan de gobierno los candidatos presidenciables deben incluir una estrategia para evitar que los importadores de combustible decidan sin control gubernamental el precio. Una medida sencilla es que mediante una ley se establezcan precios máximos semanalmente que repondan al valor establecido en el mercado internacional.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.