Como todos sabemos, cuando hay cambio de Presidente de la República, también se generan cambios de Gobernadores en todos los departamentos del país, esto, porque el presidente del Organismo Ejecutivo debe tener una persona que lo represente, en la ley de la materia se contemplan varias atribuciones que se le asigna al gobernador, entre estos, ser el Presidente del Consejo Departamental de Desarrollo.
En el caso específico del Departamento de Totonicapán, sin ninguna duda, el rol que debe jugar el Gobernador es por demás importante, debido a que Totonicapán desde hace mucho tiempo, los índices de desarrollo humano no le son favorables, pero esto, no porque así lo ha querido Dios, sino, porque los que han administrado la cosa pública, han sido gente inmoral, carente de toda ética y los resultados están a la vista, primeros lugares en índices de desnutrición y desnutrición crónica.
En el presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado al Consejo Departamental de Desarrollo de Totonicapán en el año 2019 se le asignó 96 millones 202 mil 53 quetzales, sin embargo causa estupor, cuando uno ve que, de ese presupuesto el Ministerio de Finanzas desembolso la suma de 69 millones 666 mil 171 quetzales, es decir, el 72.42%, la indignación es mayor cuando en los cuadros estadísticos reflejan que, de esos 69 millones y fracciones recibidos, únicamente se pudo ejecutar el 47.40 %, es decir, 33 millones 18 mil 412 quetzales, qué manera de administrar el dinero de los contribuyentes, qué falta de liderazgo, de habilidad para requerir lo que ya se tiene presupuestado, y lo que es peor, qué falta de mayordomía para administrar lo poco que se recibe. En este año -2019-, Totonicapán está dentro de los tres departamentos que no ejecutó ni siquiera el 50% de su presupuesto.
Es la segunda ocasión que le sucede esto a Totonicapán en la administración del actual Gobernador, en el año 2016 se le presupuestó 76 millones 937 mil 157 quetzales, pero recibió efectivamente 61 millones 777 mil 989 quetzales, es decir el 80.30 %, de esto, únicamente logró ejecutar 40 millones 97 mil 343 quetzales, es decir el 64.91% de lo recibido, qué desastre de administración. Pero bueno, no es de extrañar, es el real reflejo del que fue presidente de Guatemala, sin duda, Jimmy Morales fue bien representado en Totonicapán.
En los años 2017 y 2018, se ejecutó el proyecto denominado “recuperación de asfalto de Cuatro Caminos San Cristobal, Totonicapán a la Cabecera Departamental” cuyo costo fue por más de 34 millones de quetzales, sin embargo, el Gobernador no tenía conocimiento del contenido básico del contrato, es decir, el grosor de la capa de asfalto. Todos nos dimos cuenta que la empresa estaba incumpliendo ese aspecto fundamental de la obra, menos el Gobernador. Apenas 18 meses de haberse inaugurado la millonaria obra, la misma empresa está levantando y chapuceando su propio trabajo, pero qué creen, de nuevo, el gobernador no sabía nada, no se había enterado que, la carretera la estaban chapuceando.
Es una pena que la Sociedad Civil de Totonicapán no se haya portado a la altura de los cambios que inevitablemente deben darse en nuestro medio, el proceso de selección estuvo viciado a tal punto que, el representante del Cacif optó por retirarse del proceso, misma posición tomó la delegada de la PDH. Ni los medios de comunicación tuvieron acceso a información sobre el proceso de selección de Gobernador.
El presidente Alejandro Giammattei, debe analizar y decidir a quién deja como representante del Organismo Ejecutivo en Totonicapán, ni por asomo debe dejar a un político tercermundista menos a un politiquero y barato, menos a un neófito en administración pública. Los números están a la vista y Totonicapán no se merece eso.
Nos urge un Gobernador que, con la investidura que tiene, debe y tiene que indagar todo lo que sucede en su departamento, especialmente las inversiones millonarias que se realizan.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.