Las penas se definen como el castigo o sufrimiento que se le impone a un adolescente que ha cometido un delito o una falta, solo que en el caso de los adolescentes no se les denomina penas sino sanciones y estas pueden ser:
En base a la clasificación anterior podemos establecer que los jueces de adolescentes en conflicto pueden imponer sanciones privativas de libertad en centros especializado de cumplimiento y socioeducativas y que estas lo que buscan en el adolescente en conflicto con la Ley penal es potenciar su formación integral y su reinserción en su familia y la sociedad, buscando siempre la continuidad de la educación del adolescente, y el fortalecimiento de las relaciones familiares y la reintegración a la vida en comunidad.
Con esto se establece que la justicia penal juvenil no puede cumplir una función de castigo o represión, realizando un esfuerzo sustancial por parte de las instituciones judiciales y administrativas de garantizar la rehabilitación de los adolescentes y así poder cumplir un papel constructivo y productivo en la sociedad. partiendo de que el fin ultimo del sistema
La sanción de privación de la libertad de los adolescentes es la más utilizada por los jueces en los procesos de adolescentes en conflicto con la ley penal, debido a que los delitos que cometen con más frecuencia son muy graves y que en muchos casos atentan contra la vida de los guatemaltecos, tales como asesinatos, homicidios, extorsiones y robos entre otros.
Para ello el legislador ha previsto como máximo de sanción de privación de libertad a los adolescentes hasta seis años de prisión, si cuando cometen el delito su edad esta comprendida en un grupo etario de quince a dieciocho años. Y hasta dos años de privación de libertad si su edad esta comprendida en el grupo etario de trece a los quince años.
En ese sentido los adolescentes que cometan delitos a su corta edad son tratados de una forma diferente con relación a los adultos, debido al grado de madurez física y psíquica que poseen, y lo que se busca con la imposición de una sanción privativa de libertad o socioeducativa no es un castigo sino una justicia restauradora y resocializadora con el fin de que los adolescentes puedan reintegrarse a su familia y a la sociedad como una nueva oportunidad.