Para el 2030 se estima que el 60 % de la población guatemalteca estará comprendida entre las edades de 15 a 59 años.
Estoy seguro de que todos hemos escuchado o leído que Guatemala es un país joven, referido a que la población guatemalteca se integra mayormente por jóvenes. Se estima que las dos terceras partes de la población de Guatemala está comprendida entre las edades de 0 a 24 años. Definitivamente somos un país con población mayoritariamente joven, lo cual considero es visible para todos.
La juventud de nuestro país representa una oportunidad para el desarrollo de Guatemala. El bono demográfico lo entendemos como aquel periodo en el que la población en edad de trabajar supera a la población dependiente, niños y adultos, situación que genera mayor demanda de empleos. Para el 2030 se estima que el 60 % de la población guatemalteca estará comprendida entre las edades de 15 a 59 años, y para el 2050, la población entre 15 y 34 años será mayoritaria, incidiendo directamente en la población económicamente activa.
En nuestro país, cerca de 225,000 jóvenes se suman anualmente a la población económicamente activa; sin embargo, logramos crear cerca 37,500 fuentes de trabajo al año, generando esto una brecha —por cubrir— de 187,500 empleos que se canalizan a la economía informal, al autoempleo, al éxodo de guatemaltecos y también a empleos de subsistencia, que quizá atraiga a la mayor parte de jóvenes. Estas cifras desalentadoras hasta el momento nos inducen a pensar sobre la importancia de crear más fuentes de empleo para atender y disminuir esa brecha.
De acuerdo a información del Programa Nacional de Competitividad, la productividad de Guatemala en 2015 fue muy similar a la de 1980, solo que ahora somos más guatemaltecos; nuestra productividad ha disminuido y esto explica el por qué de la brecha anterior.
Una oportunidad de prosperidad a través de la productividad
El momento que vive Guatemala es único y debemos aprovecharlo para canalizar el talento de nuestros jóvenes —presentes y por nacer—, para que detone en niveles elevados de productividad. La tarea sin duda es ardua, pero no imposible, nuestros dirigentes políticos, empresarios, academia y sociedad en general debemos poner manos a la obra con lo siguiente:
En educación debemos lograr que la calidad educativa se incremente en todos los niveles. Debemos, además, lograr que el promedio de escolaridad de los guatemaltecos aumente, actualmente es de seis años. Respecto al nivel universitario, que también debe mejorar, es de menester importancia que acorte la brecha existente entre lo enseñado y lo que necesita el sector empresarial. Además, debe fomentar más carreras en áreas de matemáticas, ingenierías y ciencia.
Respecto al tema productivo, es necesario que nuestro país amplíe su portafolio productivo y, sobre todo, producir con altos niveles de sofisticación; así, incrementaremos mejor y rápidamente la productividad. En este orden de ideas, también es necesario participar con productos de alto valor agregado, que sean mejor pagados en los mercados, haciendo uso de la tecnología en sus niveles más altos.
Por último, nuestro Gobierno debe acelerar inversiones productivas en temas de infraestructuras (carreteras, puertos, aeropuertos, energía, etcétera); fomentar políticas de atracción de inversiones para fomentar más empresas generadoras de empleos y por supuesto de ingresos tributarios.
Sin duda, la recaudación fiscal no se escapa de este importante tema, es necesario y urgente que la base tributaria se amplíe, a fin de que haya menos guatemaltecos que no paguen sus impuestos. A mi parecer, creo que no es necesario el incremento de tarifas impositivas, más bien, el sistema impositivo debe ser capaz de alcanzar a todos los guatemaltecos que deben pagar impuestos, y que de una u otra forma están evadiendo.
Tenemos una oportunidad única, debemos aprovecharla.
¡Muchas gracias por su lectura y comentarios!
Contador público y auditor, profesor universitario, consultor empresarial y voluntario en desarrollo económico local y competitividad.