“Todo fluye”, “nadie puede bañarse dos veces en el mismo río” (Heráclito). La vida humana es un constante devenir, un constante cambio. La vida es un contante presente, porque lo que es, inmediatamente deja de ser; y lo que aún no es, puede ser que hoy lo sea, por lo que vale la pena estar atento.
En este preciso momento hay en nuestra mente un montón de pensamientos; unos tienen que ver con el pasado, otros con el presente inmediato, y otros con un futuro incierto. Pero lo importante es que lo que pensemos pase por un buen filtro, de tal manera que esos pensamientos no arruinen nuestra vida en el aquí y ahora.
La calidad de sus pensamientos determina muchas veces lo que usted permita que suceda en su vida. Cuando ese pasado no superado o no abordado es el que domina su vida presente, su presente se convierte en una tortura. Cuando es el futuro el que predomina en su vida presente, su vida se transforma en una constante incertidumbre. Lo ideal es que su vida presente esté gobernada por el aprendizaje del pasado y de una buena planificación del futuro.
Hay cambios en la vida que son fruto de una buena planificación o de un pasado que le enseñó a no tropezar con la misma piedra. Pero hay cambios que son fruto de acciones llevadas a cabo por impulsos; y éstos cambios no planificados, no consensuados, son los que desequilibran su presente.
Reflexione sobre su vida presente. ¿Qué cambios son urgentes en su vida personal? ¿Qué cambios son urgentes en su vida familiar? ¿Qué cambios son indispensables en su empresa, en su negocio? ¿Qué cambios son urgentes en su vida espiritual? ¿Cómo se imagina en cinco años? ¿Cómo se visualiza?
Lo que soñamos ser mañana, comienza hoy. No es fácil dar ese paso. Despedirse de ese pasado doloroso no es nada fácil. Si quiere dejar ir algo o a alguien que influyó en su vida, despídase. No recuerde lo malo. Recuerde lo bonito, lo positivo de esa experiencia de vida. Todas las personas que la vida nos pone en nuestro camino dejan una huella en nosotros, y de todas aprendemos; incluso de las que me caen mal y de quienes les caemos mal. Siempre hay una razón detrás de cada experiencia de vida.
Imagine un río, y deje ir lo negativo de su vida. Eso negativo le ayudó a crecer y ser mejor. Pero ahora usted es diferente, y tiene la suficiente madurez para decirle: muchas gracias por haber existido en mi vida. Ahora te deseo lo mejor, y que te vaya bien. Las frustraciones por una relación de amistad o de enamoramiento, no deben hundirnos más. Tolo lo que nos suceda ha de servirnos de trampolín para trascender en la vida.
Lo que tenemos que hacer es agradecerle “al ayer” por lo que nos permitió vivir. “El ayer” siempre marca el hoy. No sufra por la separación de la persona que creyó era su complemento en la vida. Agradézcala a la vida por esa separación, porque de algo se está librando. Si sufre por las consecuencias de un mal uso de su libertad, no se arrepienta, sino enfrente la situación con madurez y calma. Tenga paciencia con las opiniones de los otros.
A veces nuestro sufrimiento tiene sentido; otras veces no. El sufrimiento con sentido vale la pena y le hace mejor persona. El sufrimiento con sentido le permite disfrutar lo bonito de la vida y le da sabor a su vida. El sufrimiento con sentido hace que nuestras lágrimas sean de agradecimiento y de alegría.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.