Tras los breves días de descanso y meditación personal, nuevamente se inician las actividades ordinarias. Hay que agradecerle a Dios la oportunidad de servirle a través del trabajo que se tiene. Comience con alegría y con pie derecho. La sociedad sigue necesitando de hombres y mujeres honestos y sensibles a las necesidades de los más desfavorecidos. Se debe seguir trabajando duro para reducir los índices de violencia y delincuencia en el país.
Los cristianos celebramos la victoria de Cristo sobre la muerte, el paso de la muerte a la resurrección. En este contexto de resurrección, valdría la pena que los guatemaltecos muriéramos a todo aquello que no nos permite disfrutar esta vida al máximo. Hay cientos personas que están muertas en vida. Hay que hacer el esfuerzo por liberarse de pensamientos, sentimientos y acciones mediocres. Incluso, es conveniente liberarse de aquellas personas que no nos están ayudando a ser felices.
¿Qué es lo que tiene que morir en su vida para resucitar y ser diferente? Para que la semilla dé frutos, ésta tiene que morir. Lo mismo pasa en su vida. Si quiere dar más y mejores frutos, debe hacer morir la depresión, la ansiedad, el estrés, la mediocridad, el conformismo y el poco coraje para enfrentar los problemas de la vida.
En Guatemala debe morir la envidia, el engaño, el orgullo, la corrupción, la mentira, el resentimiento y la hipocresía. Estos males están destruyendo personas y familias enteras. Justificaciones para odiarnos hay muchas. Todo depende del color de lentes con los que se mire la vida. El país de la eterna primavera merece estar mejor. Pero para que esto suceda, quienes lo habitamos, debemos resucitar aquellos valores que la conviertan en una nación próspera en todas sus dimensiones.
El cambio de una nación no sucederá de la noche a la mañana; este cambio requiere que usted y yo cambiemos interiormente. Por eso siempre afirmo, que el cambio de un país, depende del cambio que se geste en el interior de cada uno. ¿Qué valores necesita poner en práctica para transformarse y así trascender en la sociedad? Considero que es esencial disfrutar lo que hace, vivir en paz y amar sin medida. Con personas malhumoradas, impulsivas, tiranas y tramposas, una sociedad se pudre cada días más.
Resucitar valores es apostar por la vida. A cada instante puede elegir entre la vida o la muerte, el bien o el mal. Le invito a elegir el bien y la vida. Luche por practicar valores morales y espirituales. Es difícil, pero no imposible. Está a tiempo de dar el paso del odio al perdón, del abuso de autoridad a una autoridad traducida en servicio, de mandar anónimos a hablar con la verdad, de mentir a ser transparente, de hipócrita a hablar con la verdad, de creerse un “pequeño dios” en su empresa a ser una persona más humana y humilde.
Todos tenemos la obligación de resucitar los valores. Esta resurrección axiológica debe comenzar en la familia, considera la primera escuela doméstica. Resucitemos la paz, el perdón, la honestidad, la obediencia y la humildad. Las víctimas del odio y de la envidia cada día son más. Es urgente revivir el amor en nuestros corazones, porque merecemos vivir en paz y sin violencia.
¿Cómo resucitar los valores en nuestro país? Dedicándonos a hacer de una manera excelente nuestro trabajo, no desperdiciando el tiempo en discursos verbales violentos, haciendo del poder una oportunidad para servir y diciendo la verdad. En Guatemala no hay crisis de valores, sino personas en crisis por no conducirse en la vida con valores. ¡Felices pascuas de resurrección!
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.