La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –FAO-, le da una definición a los desperdicios de alimentos así: los desperdicios ocurren durante la distribución y consumo, en relación directa con el comportamiento de vendedores mayoristas y minoristas, servicios de venta de comida y consumidores que deciden desechar los alimentos que aún tienen valor.
En Guatemala existen altos porcentajes de desnutrición dentro de la población, lo más preocupante son los niños y las mujeres en edad reproductiva, porque al no estar bien alimentadas procrearán niños débiles y desnutridos. Nuestro país ha sido golpeado por el mal manejo de recursos públicos, y, el desperdicio de alimentos también es una fuga de recursos públicos que bien pueden ser aprovechados, el desperdicio de alimentos se da en el sistema penitenciario, en las escuelas públicas y en los hospitales principalmente, en donde la adquisición de alimentos tiene una partida presupuestaria, pero, no se consume todo lo que se compra.
El cuestionamiento es: Que se hace con éstos desperdicios?, nadie sabe lo que sucede con los alimentos que no se consumen a diario en las instituciones públicas, como ejemplo puedo citar el caso del IGSS de Quetzaltenango en donde llegan a traer dicho desperdicios, se desconoce quien y a que costo, no se sabe si el ingreso de esa venta va a las arcas de dicha institución, así también en los hospitales públicos no son consumidos todos los alimentos por los pacientes, en las cárceles los privados de libertad no consumen los alimentos que ahí les dan sino los adquieren por su cuenta o sus familiares les llevan la alimentación, y, en las escuelas a algunos niños no les gusta la refacción escolar que les dan y no la consumen.
Existen prioridades en la gestión pública para la gestión de desperdicios de alimentos. La primera es la prevención, la cual consiste en medir realmente lo que se va a consumir y adquirir únicamente eso, es decir no generar desperdicios: Segunda: Aprovechamiento, ésta consiste en redistribuir los alimentos para el consumo humano que estén en buen estado y que pueden ser consumidos por otras personas y en último caso por animales; Tercera: Reciclaje: Se aprovechan los residuos en la elaboración de materia orgánica procedente de residuos tratados para acelerar su descomposición y ser utilizados como fertilizante; y Cuarta: Eliminación, la cual consiste en incinerar o enviar a la basura los residuos que ya no se puedan utilizar.
Tomando como punto de partida las medidas de austeridad definidas por el Presidente de la República, es urgente la construcción participativa de políticas públicas, normas técnicas y leyes, que vayan encaminadas hacia la prevención, reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos adquiridos con fondos públicos, ya ahí existe una fuga de recursos que pueden ser utilizados para cubrir otras necesidades que son urgentes, así también fortalecer las instituciones administrativamente y definir un marco de actuación y responsabilidades para establecer lo que sucede con los desperdicios y en caso de ser vendidos esos recursos ingresen a donde corresponda.