Muchas mujeres y hombres muchas veces consultan porque su deseo sexual ha disminuido al punto que no tienen casi vida sexual activa. El deseo sexual hipoactivo es conocido también como deseo sexual inhibido frigidez, falta de libido, pero en el buen chapín es “no tener ganas”.
Consiste en una evasión de contacto íntimo, la mujer o el hombre no son atraídos a la posibilidad de tener contacto sexual, no se lo proponen y no trabajan en sus fantasías eróticas. El deseo sexual se trabaja en el cerebro, a través de pensamientos.
Tiene varios orígenes principales biológico u hormonal y otro emocional que incluye intimidad, placer y aspectos de la relación. Siendo los aspectos de la relación entre la pareja los principales, muchas veces cuando hay problemas económicos, violencia física o psicológica, abuso de drogas, mal manejo de emociones, puede entre muchos otros aspectos afectar el deseo sexual.
El diagnostico se ha complicado mucho, especialmente porque la mayoría de las parejas de hoy en día se encuentran sobresaturadas de trabajo, responsabilidades y empiezan a generar estrés y ansiedad que bloquea el deseo de forma temporal, sin embargo algunos parámetros medibles que pueden variar según la pareja, nos dicen que si una persona siente deseo sexual 1 vez cada 15 días aproximadamente se encuentra en un posible deseo sexual hipoactivo.
Es importante mencionar las siguientes causas de este problema, haciendo énfasis en que no son las únicas porque cada persona es diferente y sus conductas también: Entre algunas causas emocionales: Represión y castigo que le causa culpa, hacen que no exista una comunicación erótica con su pareja, cansancio físico por trabajos múltiples, cansancio emocional con la pareja, insuficiencia o ausencia de intimidad como castigo, lucha de poder, mala comunicación. Bloquear el deseo hacia la persona que nos ha ocasionado daño como puede ser la pareja, proyectar en la pareja la emoción vivida cuando uno fue víctima de por ejemplo un proceso de violación, personas que rigen su comportamiento por el deseo de agradar a los demás. Insomnio, depresión, educación sexual restrictiva donde desde pequeños se nos enseñó que la mayoría de cosas que tengan que ver con sexualidad son malas.
Los seres humanos tienen un potencial sexual inmenso pero la inseguridad de ser rechazados o juzgados hace que disminuya el deseo por miedo al castigo de ellos mismos, de la pareja y de la sociedad.
Es muy importante diferenciarlo de discronia sexual, en la que si se tiene deseo sexual pero no en el mismo momento de nuestra pareja, lo que haces que algunas veces no concordemos en este aspecto, sin embargo si se da apertura a una buena comunicación, encontraremos formas de conectarnos sexualmente en esos momentos de indisposición de la pareja.
El deseo sexual hipoactivo se puede activar, ayudándonos a retomar nuestro erotismo como parte importante de la vida del ser humano.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.