En el año 1882 el Presidente de la República de Guatemala, General Justo Rufino Barrios Auyón, viajó a la ciudad de Washington, Estados Unidos de América, acompañado de su joven y culta esposa doña Francisca Aparicio Mérida, a quien el Presidente hacía acompañarle por ser ella una persona educada, de refinado trato y bilingüe (hablaba perfectamente el inglés).
El viaje a Washington tuvo el propósito de solicitarle al Presidente de los Estados Unidos de América, Señor Chester Alan Arthur, su “anuencia” y apoyo para lograr el gran anhelo de Barrios: la unión de Centroamérica en una República Federal. Se dice que al Presidente Arthur la idea le pareció bien, condicionándola únicamente a tener el visto bueno de los Presidentes de las demás provincias del que fuera el Reino de Guatemala.
La cita con el Presidente Arthur fue gestionada por el Doctor Lorenzo Montúfar, quien era Ministro Plenipotenciario de Guatemala ante aquel país. Dicha cita tuvo que posponerse (de las 3 de la tarde a las 9 de la noche) a solicitud del Presidente Barrios quien había llegado a puerto ese mediodía con su esposa indispuesta por un embarazo avanzado, a lo que el Presidente Arthur accedió por graciosa atención al Presidente del pequeño país centroamericano (Ver nota de prensa en pagina 196).
Durante la reunión de presidentes, y previo a tratar el tema que a Barrios interesaba, el Presidente Arthur solicitó a Barrios una solución definitiva al conflicto permanente de la posesión territorial del Soconusco, parte de las Verapaces y norte del Petén, ocupados militarmente por México en 1842 durante la presidencia de Antonio López de Santa Anna; región que por más de 60 años, desde la Independencia en 1821, estaba aislada y abandonada por Guatemala, país al que en derecho pertenecía dicho territorio desde la época colonial. Este territorio era reconocido como “Provincia de Chiapa”, dependencia de la Provincia de Guatemala del Virreinato de Nueva España.
Arthur planteó que siendo éste un permanente riesgo para la seguridad de los países, incluidos los Estados Unidos de América, convenía solventarlo. El Presidente Justo Rufino Barrios, en una decisión personal, cedió el Soconusco y buena parte de las Verapaces (hoy el Estado de Chiapas), y norte de Petén (Campeche) a México, sin más beneficio que el apoyo – condicionado por cierto – de Arthur a la pretensión de Barrios de unir Centroamérica por la fuerza. Para ello más tarde Barrios compró fusiles que fueron utilizados en la frustrada invasión a El Salvador que le causó la muerte el 2 de Abril de 1885 en Chalchuapa.
Volviendo al año 1882, el día 27 de Septiembre de aquel año, el Ministro Lorenzo Montúfar se vio forzado por el Presidente Barrios a negociar con México el Tratado de límites entre ambos países, mediante el cual Guatemala renunció en forma definitiva a sus posesiones en Chiapas y Soconusco, territorios con un área de 50,000 Kilómetros cuadrados. A continuación transcribo, textualmente, los dos artículos del Tratado de límites:
Artículo 1. La Republica de Guatemala renuncia para siempre los derechos que juzga tener al territorio del Estado de Chiapas y su Distrito de Soconusco, y en consecuencia, considera dicho territorio como parte integrante de los Estados Unidos Mexicanos.
Artículo 2. “La República Mexicana aprecia debidamente la conducta de Guatemala y reconoce que son tan dignos como honrosos los fines que le han inspirado la anterior renuncia, declarando que, en igualdad de circunstancias, México hubiera pactado igual desistimiento. Guatemala, por su parte, satisfecha con ese reconocimiento y esta declaración solemne, no exigirá indemnización de ningún género con motivo de la estipulación precedente”.
Como consecuencia de lo anterior, antes que el Tratado fuera firmado, el Doctor Lorenzo Montúfar presentó su renuncia al Presidente el día 2 de Agosto de 1882.