Se sabe que el cangrejo, es uno de los pocos, sino también el único animal acuático y terrestre que, al caminar, lo hace hacía atrás, de donde la comparación con aquellos aspirantes a un cargo de elección popular que, cuando llegan al poder, adoptan o contribuyen a adoptar una política de reversa que, en vez de mejorar, empeoran la situación del país: sea a nivel nacional, departamental, o municipal; dicho de otra manera, en el ejercicio del poder, actúan contra las necesidades y requerimientos económicos, políticos y sociales del país anteponiendo sus intereses personales y de los sectores que efectivamente representan; a los intereses con que, ideológicamente, se identifican: actúan al revés; como políticos, caminan como el cangrejo: en reversa y es por eso precisamente que llegan al poder y terminan su período dejando al país en una situación igual o peor, de cuando asumieron el cargo. Luego, buscan la reelección con el mismo partido u otro que se acomode mediante estrategias de transfuguismo como lo confirman no pocos diputados cuyo accionar, los convierte, en cangrejos legislativos. En los últimos congresos de Guatemala, encontramos no pocos ejemplos de esta generalizada percepción política y social.
Estamos a casi tres meses de que tengamos que acudir a la mesa electoral para emitir nuestro voto y elegir presidente, diputados al congreso nacional, parlamento Centro Americano y alcalde para cada uno de todos los municipios de Guatemala, tiempo que nos permitirá escuchar propuestas que es de confiar sean serias, responsables y objetivas; también escucharemos ofrecimientos demagógicos y tantas otras baratijas discursivas de quienes buscan “impresionarnos” con palabras huecas que respaldan ofrecimientos y promesas que, cuando mucho, se cumplirán poco, a medias o no se cumplirán que es a lo que nos tienen acostumbrados muchos de quienes han alcanzado el poder y quienes lo ejercen en la actual administración. Si estamos conscientes de que, esa es la inocultable realidad, es tiempo de que, quienes no tenemos más compromiso que contribuir con nuestro voto por lo mejor para Guatemala, aprovechemos este evento para que, quienes resulten electos, no sean los defraudadores de siempre; no actuar de esa manera, nos convertirá en simples manipulados y lo que es peor: nos convertirá en cómplices de quienes llegan al poder, con falsas promesas para después actuar, como los cangrejos; la mejor prueba de ello, la encontramos en quienes conforman el pacto de corruptos y otros malandrines que solo llegan al ejercicio del poder para servirse y no servir; para llenarse los bolsillos a costa del patrimonio nacional y la generación de más pobreza en Guatemala.
No debemos perder de vista que cada centavo que se roban los malandrines que, mediante engaños y falsas promesas, llegan al poder, es un centavo que nos roban a todos los guatemaltecos, con el agravante de que le roban más, a quien menos tiene: recordemos que, en materia de impuestos, proporcionalmente, paga más, quien menos tiene y, si los corruptos y políticos ladrones, se roban nuestros impuestos, proporcionalmente, le está robado más, a quien menos tiene y eso, no solo es injusto sino también, un crimen de lesa humanidad. La campaña pues, ya está en su apogeo; escuchemos a todos y tratemos de evaluarlos sin más intención, que tratar de contribuir a que llegue lo mejor, o lo menos malo para Guatemala. De especial evaluación, deben ser objeto quienes buscan la reelección y quienes ya han estado en uso del poder; a estos, hay que preguntarles: ¿qué hicieron o qué han hecho por el país mientras se desempeñaron en la administración pública?; si la respuesta nos satisface, conforme la experiencia nos indica, se les puede dar el beneficio de la duda, pero, como lo más probable es que suceda lo contrario, es preferible reservar el voto para quien, si no es el mejor, por lo menos, sea el menos peor. Recodemos que estamos frente al momento preciso de las definiciones; es oportuno, necesario y obligado reflexionar nuestro voto: ya mucho hemos pagado los guatemaltecos por los resultados de los defraudadores y quienes nos ha y siguen gobernando. Tenemos tiempo de evaluar a los partidos y a quienes han propuesto para gobernar Guatemala, durante los siguientes cuatro años: votar por los malos o de dudosos antecedente, es votar por políticos y candidatos cangrejos.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com