Vivimos en una época donde la tecnología y la expansión de los medios de comunicación ha sido masiva, aunque Guatemala se encuentre aún catalogado como un país en pobreza, nos encontramos con una realidad sorprendente y es que la mayoría de personas cuentan con servicio de telefonía móvil, con uso de redes de internet.
La mayoría de pacientes cuando tiene un síntoma médico trata de primera mano de buscar información en internet sobre lo que podría tener, tratando de autodiagnosticarse y de ser posible automedicarse, situación que es preocupante porque sabemos que hay un alto riesgo en este tipo de práctica porque un diagnóstico de enfermedad no se basa en un solo síntoma aislado, sino en un conjunto de aspectos que el médico debe considerar para poder establecer el diagnóstico.
Hoy en día en muchos países se ha establecido la telemedicina como practica médica autorizada en regiones donde el acceso a la salud se dificulta por diversos motivos: poco acceso de vías de comunicación, guerra, etcétera, esta rama de la medicina: la telemedicina consiste en una unidad tecnológica que cuenta con aparatos médicos para evaluar al paciente a distancia, ya sea que un personal capacitado coloque los instrumentos sobre el paciente, o el paciente mismo lo coloque sobre él y es un médico a distancia quien interpreta lo que ve y oye, esto ha ayudado a llevar la medicina a lugares diversos.
Sin embargo este aspecto se ve hoy acompañado de redes de comunicación donde a través de un teléfono móvil, el paciente busca ayuda médica, espera que muchas veces con un síntoma aislado el médico tratante pueda establecer diagnóstico y pueda dejar algún medicamento para mejorar la enfermedad. Es importante puntualizar que un mensaje o imagen de algún síntoma del paciente, no puede ser evaluado de forma objetiva a través de una red social, debe un paciente entonces buscar la ayuda oportuna y adecuada para mejorar la salud.
Vemos con preocupación cómo la información de internet cuando es mal interpretada o es extraída de fuente erróneas, sin fundamento científico, puede ser lejos de una ayuda al paciente una fuente de otros padecimientos, porque aquí juega un papel importante lo que el paciente pueda pensar y entonces encontramos muchos que cuando leen alguna información sobre una enfermedad asocian algunos síntomas aislados que presentan con esa enfermedad y empiezan a presentar el cuadro clínico que corresponda a lo leído, esto sucede algo así: tiene dolor de cabeza (síntoma aislado), el paciente lee y se da cuenta que el dolor de cabeza puede ser un síntoma de un tumor cerebral, y empieza a presentar casi todo el cuadro clínico que leyó y cuando el paciente al final decide consultar por el miedo que tiene de tener un tumor cerebral, el medico lo evalúa y se da cuenta que tiene un problema de la vista, por ejemplo.
Esto nos coloca a los médicos en un papel sumamente complejo, porque hay muchos pacientes molestos, porque el médico de forma ética les responde que no puede recetar nada por vías como Watsapp. Sin embargo las redes sociales si nos sirven mucho para dar seguimiento a alguna enfermedad ya diagnosticada, en la cual se ha instituido tratamiento y a través de mensajes de texto o de voz, fotografías podemos ir evaluando de alguna manera la evolución de una enfermedad.
“Un hombre sabio debería darse cuenta que la salud es su posesión más valiosa” Hipocarates.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.