Desde hace muchos años, el sistema de gobierno ha estado colapsado, incluso en los años cuando hicieron gobierno Otto Pérez Molina y el malogrado Jimmy Morales, sin temor a equivocarme, tocamos fondo, sin embargo, como buenos chapines, se nos olvidó y volvimos a caer en las huestes de los políticos. El sistema político, está viciado, está putrefacto, y obviamente cualquier “partido” político que llega y hace gobierno, simple y sencillamente ese gobierno no funciona.
Hasta hoy ningún partido que hace gobierno ha llegado con planes y objetivos que favorezcan al pueblo, nadie, por lo menos en los últimos 70 años. En el caso del sistema de salud, ha sido un desastre total, el nivel primario casi no existe en el sistema de salud, y de ahí empieza el colapso de todo el sistema, no hay medicina preventiva, mantener un sistema curativo no solo es más difícil sino es más caro económicamente hablando. Según un informe del Banco Mundial del año 2018, señalaba que Guatemala era el penúltimo lugar en Centroamérica en cuanto a disponibilidad de médicos por cada mil habitantes, es decir 0.40%, pero lo peor, es el dato en cuanto a camas, el último dato que se tiene es del año 2014, ubica a Guatemala en el último lugar, del istmo, teníamos 0.6 camas por cada mil habitantes.
Si le echamos un vistazo al presupuesto de egresos del presente año, los políticos –digo políticos porque son políticos los que administran el dinero del pueblo, nunca hemos tenido estadistas, sino, las cosas serían diferentes-, el presupuesto para el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social representa el 9% del presupuesto; qué desastre, por eso digo, desde hace muchos años, el sistema de salud está colapsado. Cuando echamos a sombrerazos a la dupla más corrupta hasta ese tiempo -2015- Otto Pérez y Roxana Baldetti los hospitales estaban colapsados literalmente, recuerdo, en diciembre de 2015, hicimos una recaudación para llevar insumos médicos al Hospital Nacional José Felipe Flores de Totonicapán.
Pero, con la venida de COVID 19, lo que estaba colapsado, colapsó nuevamente, es decir, el actual gobierno –siempre presidida por un político-, quiso hacernos creer que él como médico sí podía combatir al COVID 19, muy a pesar de tener autorizado una ampliación presupuestaria por más de 19 millardos de quetzales, desde hace tres días, según el PDH, el hospital de Villa Nueva, es un “inminente colapso”, es decir, falta personal médico, medicamentos y camas en el área de intensivo, mientras tanto en el otro frente -Hospital del Parque de la Industria-, no hay insumo médico, especialmente equipo de protección, falta de pago de sueldos, alimentación pésima, etc., es más, pacientes del Hospital del Parque de la Industria, están siendo trasladados a Quetzaltenango, ante todo esto, para el viceministro de Salud, Dr. German Scheel, la actitud de los médicos protestantes está lejos de ser ayuda con las autoridades del ministerio, incluso, indica que los médicos están creando conflicto para que no funcione ese hospital, ante tal actitud del Viceministro, me quedo anonadado, el virus de la irresponsabilidad y la politiquería barata, le pegó muy rápido al Dr. Scheel.
Entonces, la pregunta obligada y del millón es: Sr. Giammattei, Sr. Ministro de Salud, ¿y los millones de quetzales que se les asignó para combatir al COVID 19?
La ciudadanía está haciendo su mayor esfuerzo y sacrificio, los médicos, enfermeras, y todo personal de sanidad, aún más, mi agradecimiento a ellos, pero, no se puede seguir así, los que administran nuestro dinero, deben agilizar y transparentar el gasto, tienen todo a su disposición, sin embargo, si no pueden hacerlo, por favor, renuncien, porque la salud de la población, está en juego.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.