A la corrupción y la impunidad que confrontamos, hay que agregar un añejo problema, donde Quetzaltenango no es la excepción. En este escenario, los principales personajes son: los chismosos, los vivales y los ingenuos, cada uno, con sus respectivos padrinos. Este fenómeno social siempre ha existido, existe y seguirá existiendo, pues hasta podría considerárselo como parte de la cultura política de nuestros pueblos.
Los chismosos, en la transmisión y socialización del mensaje recibido por otro chismoso, y que a su vez, lo transmite a otro chismoso, agregando cada quien a su manera lo de su propia cosecha, para hacer de un grano de arena, un volcán; todo depende del número de veces que haya rotado el comentario o chisme en referencia. Así las cosas, el chismoso número uno es el padre de la criatura, y los demás, son los padrinos: construyen el volcán, cuyo tamaño está determinado por el número de veces que el chisme ha circulado entre los protagonistas o “chirmoleros”, como coloquialmente se les califica. Algo que resulta importante señalar, es calificar por su nombre a la, o las intenciones, que origina el propósito que persiguen los chismosos, y que pueden ser: envidia, oportunismo, perversión, manipuladores, resentimiento, frustración, amor a la mentira, marginación, despecho y cualquier otro calificativo que al protagonista, le permita desahogar y disfrazar u ocultar, su maldad y sus verdaderas intenciones.
En cuanto a lo vivales, también, y los hay en abundancia, y donde Xela tampoco es la excepción; existen y salen de sus madrigueras, principalmente cuando se aproximan periodos electorales u oportunidad de proponer candidatos para ocupar cargos en la administración pública; calculan quiénes pueden ser sus potenciales víctimas, y mejor si estas son personas adineradas, tengan o no la preparación, capacidad, experiencia, y en general el perfil que requiere el cargo que se habrá de desempeñar. Es aquí donde surge el siguiente o los siguientes protagonistas: él, o los ingenuos. El vival busca con quién asociarse, y en tanto mayor sea el grupo de malandrines, mayor será el impacto que logren con la víctima, previamente seleccionada: la buscan, encuentran al incauto, le llenan de humo la cabeza y lo convencen que tiene las capacidades de que carece; la víctima cae en sus redes y principia la explotación.
En Xela existen varios casos que han trascendido y que incluso, son del dominio público; solo me refiero a uno de los tantos que cíclicamente se repiten en y con los procesos electorales. Se trata de un honorable ciudadano, que mediante la combinación de las “estrategias” ya señaladas, cayó en las redes y la oferta demagógica de un dirigente y partidista político: la víctima ingenuamente participó y ganó una elección a diputado, a pesar de que su actividad empresarial, limitaba la posibilidad de asumir el cargo, y lo que hasta un neófito en materia política sabía, menos el aludido, pero sí la persona que resultó favorecida con el caso. Es de suponer, la millonada que le costó a la víctima esta experiencia, pero los errores (la ingenuidad) se pagan, y echando a perder se aprende. El problema es que no siempre se aprende la lección, pues la víctima reincidió cuando vivales también lo sorprendieron asegurándole que sería nombrado de una terna propuesta para ocupar un cargo en la cabecera departamental, y como es de suponer, esta nueva e ilusa pretensión, también pudo tener un elevado precio, que a costa de la víctima favoreció a los vivales.
Son varias las personas, que como suspirantes a un cargo de elección popular, se han acercado a un servidor y han llegado a mi domicilio; a todos los he atendido en lo modestamente posible, pero a nadie, absolutamente a nadie, le he pedido un solo centavo, ni he recibido absolutamente nada de nadie; más bien, ha sido lo contrario. Solo recuerdo que a uno de ellos, ya estando en el cargo, le pedí un favor para agilizar un trámite, que por cierto me lo ofreció, pero no me hizo el favor solicitado.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com