PUNTUAL
Nunca he visto que un emprendedor o empresario crezca o pase a un nuevo nivel cuando tiene todas las condiciones dadas.
Por eso las empresas familiares se ven amenazadas en la tercera ronda generacional, porque los sucesores llegan a ocupar espacios en opulencia o comodidad; hay excepciones, seguro, pero el caso es que difícilmente sigue con el mismo ritmo de crecimiento o expansión.
Si he visto como emprendedores o empresarios se forman en la tormenta y crecen como robles. Inician de cero, pero con un gran sueño y con mucha claridad de qué quieren y a dónde quieren llegar.
Nunca algo crece cuando está todo hecho, porque la comodidad es su freno. Como los nuevos esposos que heredan una casita amueblada o los que solo tienen cuatro paredes y ni siquiera es de su propiedad. Al paso de los años vemos las diferencias.
O como los jóvenes que la única pena que tienen es que se caiga la señal de wifi o los que tienen que ver cómo pagan una renta y su mensualidad universitaria. Los segundos se gradúan más rápido. No estoy diciendo que no haya excepciones, me refiero a la mayoría. Hay gente que nace en cuna de oro y construye castillos, pero son contados.
En lo general, los que pasan tormentas se hacen fuertes y echan raíces. Esta crisis que estamos viviendo para muchos lejos de ser una tragedia será la mejor excusa para salir adelante. Por eso estoy seguro de que se está forjando una nueva generación de empresarios en medio del Covid-19. Porque no es tanto lo que te hace la crisis, sino que haces con ella.
Estoy convencido que muchos en el futuro recordarán la fecha de su fundación y será en el 2020, porque ahí comenzaron a caminar en medio de la tormenta. Para que esto pase enumero seis prioridades que deberíamos atender:
Primero, tener iniciativa y no quedarnos de brazos cruzados, porque los primeros que mueren en una crisis son los que se paralizan; a quienes agarra en movimiento siempre les da una segunda oportunidad.
Segundo, el peor enemigo del cambio es la vergüenza, porque por el qué dirán, en el futuro no habrá proyecto ni empresa. Admiro a los profesionales, como un mercadólogo que vende tacos; un abogado que ahora prepara y vende chicharrones o unos comediantes que ante el cierre de los teatros ahora venden quesadillas. Cuanto ejemplo no hay, pues déjame decirte que ellos son el nuevo semillero de empresarios que se levantarán con fuerza. No se trata de abandonar las profesiones, porque en la diversificación de las acciones está la buena cosecha.
Tercero, sin voluntad no hay camino ni puerta que se abra. Todo el gran paquete de oportunidades que se muestran cuando la voluntad se convierte en acción. “Yo quisiera” es la peor frase de estos tiempos. Lo peor que puede pasar es que la crisis te deje donde te encontró.
Cuarto, sin creatividad, pero ni la comida tiene forma ni sabor. La mejor chef no es la que tiene las mejores recetas, sino que la que hace los platillos con amor y además le añade su toque personal.
Quinto, en los negocios tener identidad propia es primordial, si al vecino le va bien vendiendo o haciendo tal cosa, déjalo, ya encontró su camino; ahora busca el tuyo.
Y sexto, enfócate en tus talentos, perfecciónalos para que hablen por ti y sean tu mejor carta de presentación; porque esta crisis es la mejor excusa para hacer lo que siempre habías pensado y en consecuencia tus logros estarán por encima de lo que hayas imaginado.
Te va a ir conforme lo creas, lo confieses y lo muevas. Es una ley natural y espiritual. Siempre una crisis trae un despertar y yo deseo que no te quedes dormido o dormida.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.