PUNTUAL
Hace cuatro años las autoridades locales engañaron a los quetzaltecos, porque recuerdo que hasta tuvieron el descaro de viajar a Veracruz, México, para conocer la experiencia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 2014, porque aseguraban que ya tenían las gestiones y acuerdos para que, en el 2018, estos Juegos se celebrarán aquí.
Mas que desilusión, que enfado, porque los Juegos Centroamericanos y del Caribe que hoy comenzaron en Barranquilla Colombia, son los que se hubieran llevado a cabo en Quetzaltenango, Guatemala. Fue un gran proyecto que se esfumó porque no hubo capacidad de gestión y porque quienes lo ofrecieron, la administración de los 12 años, quizás ni ganas tenían de que eso realmente pasara, porque sabían que ya no iban a estar en el poder para entonces.
En un comunicado del 30 de octubre del 2012, la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) confirmaba que la Asamblea de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe), con 31 representantes de los Comités Olímpicos Nacionales del área y 11 miembros del Comité Ejecutivo, había aprobado a Quetzaltenango como la anfitriona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se realizarán dentro de seis años (ahora).
A esa reunión en las Islas Caimán había acudido el alcalde de ese entonces, Jorge Rolando Barrientos Pellecer y el presidente del Comité Olímpico Guatemalteco (COG), Sergio Camargo, pero todo apuntaba que se trataba de una treta entre personajes nefastos. Después, el mismo Camargo habría enviado una carta a la Odecabe declinando a Xela como sede de los Juegos.
Ya no se pudo rescatar nada, las nuevas autoridades del COG hicieron todo, pero la decisión unilateral había sido tomada en cuenta por los organizadores. Se trataba de una inversión de unos Q800 millones, los que no pondría en su totalidad la Municipalidad, porque serían con el apoyo del gobierno central.
Se perdió mucho para Xela, para el deporte principalmente y luego para la economía y el turismo, porque habrían llegado más de cinco mil atletas y otros miles de acompañantes. El rostro de Xela pudo haber cambiado para bien, con la inversión, pero hoy no hay nada.
El hubiera no existe en ninguna parte, pero vale la pena dejar constancia de lo que se desaprovechó por incapacidad de las autoridades y por falta de amor al territorio de un personaje llamado Sergio Camargo que renunció a esta oportunidad por capricho o malicia.
Hay decisiones que no se deben dejar en manos de pocos o de una sola persona. Después de todo, hay que ver hacia adelante y esperar nuevas oportunidades para que Xela brille con luz propia. Mientras tanto, hay que desearles todo lo mejor a los 13 atletas quetzaltecos y una asistente arbitral que estarán en los XXIII Juegos Centroamericanos en Barranquilla.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.