Por Dennis Rodas
Este martes 17 de septiembre se presentaron los resultados del XII Censo Nacional de Población y VII de Vivienda, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, INE, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFRA.
El proceso de dicho Censo inicio en junio del 2016, con las actividades de planificación, movilización de recursos y la actualización cartográfica. Posteriormente, el periodo censal y de recuperación censal del 23 de julio al 5 de septiembre de 2018; para culminar con el periodo post censal de septiembre 2018 a diciembre de este 2019.
Con los nuevos datos estadísticos (uno de los más importantes, el del total de población de 14,901,286 personas) ahora viene una etapa de ajustes en todas las cuentas nacionales.
Por ejemplo, con el nuevo dato poblacional, nuestro PIB per cápita aumentaría de US$ 4,534 a US$ 5264 (es decir un aumento del 16.1%) lo que nos impulsa del puesto 115 (de 182 según el FMI) a alrededor del 106. Nuestra productividad ha aumentado y ahora nos codeamos con Jamaica y República Dominicana, ya no con Laos o Bolivia.
Otro análisis importante es contrastar los datos entre el RENAP y el INE. El primero manejaba datos a septiembre del 2018 de 19,658,562 habitantes, mientras que para septiembre de este 2019 los situaba en 20,247,815.
Esto implica, para el año 2018, una diferencia poblacional de 4,757,276 personas. Si la causa total de la diferencia fuera la migración (que en parte lo es), significaría que 13,033 personas se van del país a diario (lo que es imposible).
Otro aspecto crucial es que, al tener un menor número de población, también la deuda per cápita aumenta, la cual subiría de Q. 7,436.38 a Q. 9,810.66 con un monto total de 146 millardos de quetzales de deuda total.
Si todas las personas que reporta el RENAP vivieran en Guatemala, es decir a una tasa cero de migración, el INE habría dejado de encuestar a 1,054,950 hogares. Claro está que este dato es sobrevalorado, porque si existe una tasa alta de migración.
Hace falta hacer un análisis más profundo de las causas de los diferenciales estadísticos; además el INE tiene hasta diciembre para realizar acomodamientos de estas cifras oficiales. Lo que nos queda ahora, es el acomodo de los nuevos datos en todos los ámbitos públicos y privados.
Nuevas realidades guatemaltecas:
El país tiene una mayoría de población ladina (56.0%).
El promedio de hijos por familia es de 3.
La población urbana es mayor que la rural (53.8%).
Cambió el bono demográfico: el promedio de edad de la población es 26 años.
La tasa de crecimiento demográfico en promedio en los últimos años es 1.8%.