Hay que propiciar que Xela sea una ciudad cada vez más feliz, en donde se fortalezca el sentido de comunidad y se aspire al bien común.
¿Cómo medir el nivel de felicidad? Desde 2012, la Organización de Naciones Unidas da a conocer el Informe mundial sobre la felicidad, por lo general lo hace el 20 de marzo, Día Internacional de la Felicidad.
La Voz de Xela se ha adelantado a la próxima conmemoración, para realizar un ejercicio y establecer una referencia del nivel de felicidad individual, mediante un sondeo con 100 quetzaltecos y otro sondeo en redes sociales, para tener una perspectiva de qué tan felices son los habitantes de la ciudad.
Escribir sobre la felicidad es sencillo en principio, pero cuando se analiza a profundidad se vuelve complejo, porque influyen varios factores. Aristóteles decía que el fin supremo del ser humano es la felicidad, aunque, para empezar, pueden existir distintas definiciones de felicidad como personas hay.
Es por ello que el Desarrollo de Soluciones de Redes Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés) establece determinados indicadores para conocer el nivel de felicidad en los países, porque es claro que existe diferencia entre el nivel de felicidad individual y el colectivo. Primero, en lo personal puede variar según las condiciones de vida de cada persona y hasta el estado de ánimo, porque se suele confundir con momentos pasajeros de alegría o tristeza, sin embargo, este concepto es más permanente.
¿Por qué es importante conocer este dato?, que puede parecer superficial; se debe a que es considerado una medida para valorar el progreso social y el bienestar, tomando en cuenta factores como el sentido de comunidad, los niveles de desigualdad, la fe en la sociedad, la percepción que tiene la población del Gobierno, la prosperidad, entre otros, que no necesariamente son económicos.
El tema cobra auge en esta época, que es al menos un buen tiempo para que mejore el grado de felicidad individual y colectivo. Una referencia importante es la base del pensamiento de uno de los líderes religiosos mundiales, el papa Francisco; la vida de San Francisco de Asís, popular aún fuera de los católicos, quien habría hablado sobre la “perfecta alegría”, un concepto aún más profundo espiritualmente. Eso sí, la felicidad tiene que ser un estado consciente, y no algo parecido a una droga, que impide ver la realidad al creer, superficialmente, que todo está bien.
Es un buen momento para reflexionar sobre qué tan feliz eres, y qué te hace falta para serlo a plenitud. Pero, además, si se dan las condiciones en Xela para ser feliz, y aún más, qué tanto contribuye cada uno a propiciar la felicidad de los demás.