Las 79 horas que Xela se quedó sin energía, en los ramales 4, 5 y 6, que representan más del 50 % de la ciudad, no terminan con reconectar el servicio. Hay que cuantificar los daños, las pérdidas económicas, prever que no se repita algo similar y tener un plan de contingencia ágil.
Hoy, lunes a la 1 de la madrugada con 2 minutos, se terminó de conectar el servicio en los tres ramales, pero este asunto sigue, porque hay temas que no debemos dejar pasar simplemente. Existe después una gran preocupación de personas individuales y empresas, por las consecuencias.
Hoy, a las 18 horas, los directivos de la Cámara de Comercio de Guatemala Filial Quetzaltenango se reunirán con un punto específico en su agenda: seguimiento al tema de la suspensión prolongada de la energía eléctrica en la ciudad. Harán un sondeo con los afiliados de la Cámara para consensuar una opinión y exigir acciones.
Las pérdidas económicas son mayores en estos tres días, con siete horas de corte, se reportaron daños en equipos industriales, descomposición de productos y materia prima, además de haber cerrado negocios por falta del vital suministro.
Aunado a la economía empresarial, hubo daños en los hogares quetzaltecos, desde las incomodidades hasta los alimentos que se tuvieron que botar por falta de refrigeración en estos tres días.
Tanto el Instituto Nacional de Electrificación (INDE) como la Empresa Eléctrica Municipal de Quetzaltenango (EEMQ) están obligados a dar una explicación más detallada de los hechos, y ofrecer un plan de reacción inmediata para que estas eventualidades sean atendidas con celeridad.