PUNTUAL
Desde mañana jueves la mayoría de las personas hace una pausa y se sumerge en su vida personal. Según su religión, costumbres y tradiciones y, de acuerdo, con sus posibilidades.
En Semana Santa muchos se sienten cristianos y creen que todos los demás son mundanos. Pero déjenme decirles algo a ambos lados, tan mundano es el que carga en una procesión como el que se va a la playa y se toma unas cervecitas, porque ambos son del mundo, solo que en diferentes escenarios. No existe diferencia, más que el atuendo, entre quien se queda en la liturgia y quien se va a la playa, porque no son nuestros actos, sino que nuestras intenciones más profundas y nuestros corazones los que escudriña el Señor.
En esta Semana Santa deberíamos de hacer a un lado los cuentos. Me imagino que a Dios le agradan más las personas que en estas fechas se van a la playa, pero no critican y ayudan a los demás cuando más lo necesitan. A Dios no le han de sorprender nuestros hechos o penitencias, sino que nuestra obediencia cuando nadie nos ve y nuestra fe de que en su nombre todo es posible.
Dejemos a los cristianos que en estas fechas hacen la solemnidad y fervor en las calles, porque la fe es personal; pero tampoco condenemos a los que se van de descanso, finalmente cada uno sabe si se lo merece o no. Jesús no ha de querer que le recordemos una sola semana al año, sino que espera que sigamos sus pasos de obediencia y amor al Padre.
Si existe la posibilidad de comer el tradicional pan de yemas, que bueno y ojalá haya garbanzo en miel, porque no quiere decir nada más que el gusto por las tradiciones. Si queremos ir a ver procesiones, está bien, si otros prefieren ir a la iglesia de su denominación elegida, vayan, lo que no está permitido es olvidar el milagro más sorprendente del cristianismo, que es la resurrección de Jesús para salvación del mundo.
Por el momento soy mundano, no por mis hechos, sino porque pertenezco a este mundo, aunque por fe soy cristiano con aspiración a la eternidad que promete el Salvador del Mundo: Jesús.
Mientras tanto, a pesar de ser necesarias las vacaciones y no dejar la tradición del delicioso panito, debemos rememorar cada uno mediante la reflexionar y para ello está la lectura del libro de Marcos capítulos 14 al 16. Gracias Jesús porque por ti hay salvación y vida después de todo lo conocido.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.