PUNTUAL
Este miércoles en Xela tuvo lugar el III Encuentro de Empresas Familiares, para pasar de un enfoque de empresa familiar a familia empresarial.
Por invitación del Grupo Gestor de Quetzaltenango me correspondió dirigir el programa y estos son mis apuntes de 8 a 14 horas.
Sobre la ética: no es una cosa de moda, no es solo para empresas grandes y no solo es cumplir la ley. En los negocios debemos reforzar la ética todo el tiempo, porque es un asunto esencial y no cosmético.
Las mejores empresas son las que se capacitan todo el tiempo, porque los buenos pensamientos se forman.
La impunidad no es buena en la empresa, si alguien comete una falta o error, debe ser sancionado conforme los protocolos o reglamentos internos. Por eso es importante evaluar periódicamente el desempeño de los integrantes de una empresa.
Entre los cinco ponentes del día, habló Carlos Mansilla, director de Advance Business Service, franquiciatario de Domino’s Pizza Guatemala, y comentó que son las empresas familiares las que mueven al mundo. Recordó las palabras de fundador de Domino’s Pizza: Si usted cree que la capacitación es cara, pruebe la ignorancia.
Hay que perseverar, Mansilla cree que por cada 20 prospectaciones salen cinco ventas. Aconseja que no solo hay que ser bueno para delegar, sino para exigir resultados. En su corporación hay un cafecito, reunión de fin de semana, donde se llega con orgullo o con vergüenza, dependiendo de los resultados que cada uno haya logrado.
Esta ironía es poderosa, pero también para reflexionar: dice que si alguien de la familia en la empresa no da resultados o no le gusta lo que hace, lo ascienden a cliente.
Hay que estar abiertos a las tecnologías para crecer en las empresas familiares y el marketing es parte fundamental.
El peor veneno en una empresa familiar es la mentira -y en todas partes-.
La recomendación de Mansilla es que, de las utilidades, el 15% se reparte y el 85% es para reinvertir.
Otro disertante, Emilio Conde, enfatizó que la única forma de hacer riqueza es ser eficientes.
En el Encuentro el historiador y empresario José Molina Calderón, disertó y presentó su libro Empresas Familiares en Guatemala, donde subrayó que el principal capital de comerciante es la confianza.
Conclusión personal: Hay muchas empresas familiares de éxito, pero muchas también fracasan, la clave es enfocarse, perseverar, ponerle fe y buen ánimo a lo que se hace en los negocios, pensando primero en servir y en generarle valor a la sociedad.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.