El silencio reinó en Xela ayer durante la primera jornada del toque de queda. Los motores se apagaron, las calles se despejaron y todos seguían lo que acontecía desde las redes sociales.
Se escuchaban ladridos y a lo lejos algunas sirenas policiales que verificaban el cumplimiento de la orden. Por la noche en algunas zonas se escuchó el Himno Nacional y la Luna de Xelajú.
El toque de queda se repetirá este lunes, de 16 horas a 4 de la madrugada, y asís sucesivamente todos los días hasta el próximo domingo, 29 de marzo, decretado por el Gobierno para contener el coronavirus.
La población de Xela obedeció por su bien. Todo el país acató las ordenanzas, con algunas excepciones que luego tuvieron sus consecuencias ante las autoridades competentes.
El toque de queda nunca visto anteriormente por las generaciones actuales ha representado un freno, una oportunidad para la reflexión, porque, ante todo, está la vida. Mientras que, para el ambiente, significa un respiro, porque evidentemente hay menos contaminación.