En los últimos seis meses el repunte de robos, extorsiones y hurtos se ha robado la tranquilidad de los residentes de la plazuela San Antonio, zona 1.
Don Óscar Escobar, quien camina diario junto a su nieta frente a la iglesia católica del sector, mencionó que prefiere salir durante el día porque cuando cae la noche el sector se vuelve inseguro.
Agregó que la situación es preocupante porque la presencia de la Policía Nacional Civil es escaza y los hechos delincuenciales se registran con mayor frecuencia.
El mismo temor siente el dueño de una tienda, quien pidió el anonimato, quien indicó que han solicitado apoyo al gobernador departamental, Julio César Quemé Macario, y a las autoridades policiales, sin embargo, la respuesta ha sido lenta.
“En los últimos meses han venido a vivir al sector varios indocumentados centroamericanos con intenciones de delinquir”, añadió.
El gobernador Quemé refirió que ya sostuvieron una reunión con los vecinos del sector y redoblaron los patrullajes diurnos y nocturnos.
De acuerdo con Quemé, tienen conocimiento de que en el lugar hay venta de droga, por lo cual trabajan para capturar a los responsables de este delito.
Guarquidea Escalante, quien vive en el lugar desde hace 53 años, expresó: “En la plazuela hay una escuelita y los niños cuando salen ven a los grupos de personas consumiendo droga. Además, hace unas semanas fueron halladas dos adolescentes asesinadas en una casa abandonada; urge que las autoridades tomen cartas en el asunto”.