«Al enterarme de la noticia lloré de alegría y de satisfacción. Ahora quiero que se haga justicia. Agradezco a Dios, a las personas que nos han apoyado y a la policía, por hacer esto posible. Esa persona me provoca repudio, y si tuviera la oportunidad de verlo a los ojos le diría que se arrepienta de lo que hizo y que sea hombre para aceptar lo que tiene que pagar. Él destruyó familias y muchos sueños», dijo Erick Lancerio, quien era pareja de la víctima.
María Elena Marroquín, mentora de Gabriela en la poesía, expresó, «me dolió demasiado lo que le pasó a ella. Espero que se haga justicia y que este caso sirva de ejemplo para esclarecer otros asesinatos de mujeres en el país».
«Agradezco a Dios por la captura de esta persona; siempre hemos orado para que este caso se esclarezca. Ahora lo que pedimos es que se haga justicia y que no se quede impune. Gabriela era una gran persona», opinó un excompañero de trabajo.
Misael Hernández, director de la Casa de la Cultura, dijo, «tuve la oportunidad de conocer a Gaby y no merecía lo que le pasó. Nadie es superior a la ley y quien comete un delito debe ser castigado; espero que este caso sea esclarecido en los tribunales de justicia».