Aunque inicialmente se tenía contemplado que en la zona 6 de Xela se construyera un módulo para la División de Ciencias Médicas del Centro Universitario de Occidente (Cunoc) de la Universidad San Carlos de Guatemala (USAC), ahora se planea que sean dos.
Este proyecto se encuentra varado luego de que entrara en un proceso de arbitraje entre la universidad, la Contraloría General de Cuentas y la empresa a la que ya se le había asignado la edificación. Sin embargo, dicho arbitraje ya se encuentra en la fase final y se espera que todo el proceso se reinicie, es decir, que se volverá a licitar la obra para que participen diversas empresas, comentó María Paz, directora del centro universitario.
La diferencia es que ahora no será solo un módulo el que se construirá en la zona 6, sino serán dos. El segundo destinado para la División de Odontología.
Se habían designado inicialmente al proyecto Q 58 millones, pero con la ampliación se estima que la inversión no sea menor a los Q 80 millones. “Tenemos disponibles Q 44 millones, pero se tendrá que hacer una ampliación”, refirió Paz.
Hacinamiento
Uno de los problemas que vendría a solucionar la construcción de los módulos es el hacinamiento que existe actualmente en el Cunoc, donde la infraestructura es insuficiente para prestar el servicio adecuado a los estudiantes. “Este año hemos sobrepasado los 3,000 estudiantes de nuevo ingreso, más los que teníamos el año pasado, que llegaron a 16,000”, indicó la directora.
Entre las carreras con más afluencia de universitarios está Medicina, donde hay salones con más de 80 jóvenes. Le siguen Derecho, Económicas e Ingeniería. De hecho, en Arquitectura, el año pasado se recibieron entre 80 y 90 nuevos estudiantes, mientras que este año son más de 140.
“Estamos gestionando apoyo ante el rector, porque son muchas las necesidades en el centro, por ejemplo, este año el Cunoc requerirá entre Q 14 millones y Q 15 millones para cubrir el pago de docentes”, añadió Paz.
Un fenómeno que se ha dado últimamente es que la deserción de universitarios, tras la Huelga de Dolores, ha bajado. Algo que no ocurría antes, pues muchos jóvenes entraban solo para ser parte de las actividades huelgueras y luego dejaban de asistir.