Los habitantes del municipio de Ostuncalco, Quetzaltenango, recién se recuperaban del impacto y la conmoción que dejó el asesinato de la migrante Claudia Patricia Gómez González, cuando una nueva tragedia volvió a enlutar a una familia ostuncalquense.
Darvin Obidio Vásquez Romero, de 16 años, salió de su humilde vivienda, ubicada a 17 kilómetros del casco urbano de Ostuncalco, en el sector La Montañita, caserío Los Morales, aldea Agua Blanca, el 13 de mayo rumbo a Estados Unidos con la promesa de darles una vida mejor a sus padres y a sus tres hermanas.
Sin embargo, cuando intentaba cruzar a ese país en busca del «sueño americano» fue perseguido por la patrulla fronteriza, por lo cual se vio obligado a intentar atravesar el Río Bravo, donde murió ahogado, según la versión de sus seres queridos.
Necesitan ayuda
Máximo Vásquez, padre, comentó que son personas pobres y no tienen recursos económicos para costear los gastos del entierro, por lo cual piden ayuda al Gobierno, instituciones o personas particulares. «Estamos tristes esperando la llegada de su cuerpo, porque queremos enterrarlo. Agregó, «lo último que me dijo antes de irse fue que se iba a ir para ganar un poco de dinero, porque aquí no hay oportunidades de trabajo».
Él trabajaba conmigo en el campo sembrando milpa y frijol, y solo había estudiado quinto primaria, porque no tenemos dinero para que siguiera estudiando, expresó Vásquez en medio de lágrimas.
La comunidad, donde residen unas 1,800 personas, se caracteriza por ser solidaria y es por ello que el sentimiento de luto es compartido. Vecinos acuden cada día a la casa del joven para solidarizarse con sus deudos.
«Estoy triste por la muerte de mi hermano. Me duele el corazón al ver a mis padres llorar por lo que le pasó a mi hermano. Necesitamos ayuda para traer su cuerpo a la casa», expresó Sindy Leticia Vásquez.
María Méndez, prima de Darvin, dijo que la muerte de su familiar deja un gran vacío en la familia, porque era un joven amable, trabajador y soñador.
Lidia Marina Romero, madre, explicó que la falta de recursos económicos lo obligó a irse. «Mamá me voy, porque quiero construir una casita, estudiar y darles algo mejor, fue lo último que me dijo», manifestó en medio del llanto.
Se espera que el féretro con sus restos lleguen a la comunidad el viernes, para ser velado y posteriormente inhumado en el camposanto general de la aldea la Nueva Concepción.