La tarde del jueves 3 de mayo, Luis Armando Tepé, de 13 años, se dirigía en su bicicleta al instituto del sector 3 de la aldea San José Chiquilajá, Quetzaltenango, pero un fatal accidente le segó la vida. Un vehículo lo arrolló y luego continuó su marcha.
La tarde del sábado, familiares, amigos, vecinos y compañeros acompañaron el féretro hacia el cementerio general de Xela. Nohemí Pérez, de la Infancia, Adolescencia y Juventud Misionera (una de las obras pontificias) del templo San Juan de Dios, contó que Eiker Luis Armando era parte del grupo y se estaba formando para consagrarse como misionero. Agregó que, por ello, el sacerdote Omar Cálix hizo una consagración especial. «Nos quedamos con la alegría de saber que él subió a los cielos y a los pies del Señor», expresó Pérez. El adolescente tenía un año de ser parte del grupo, y daba testimonio de vida, de amor y dedicado a Dios. «Era un niño muy entusiasta, y lamentamos mucho que haya fallecido, nos ha dejado el mejor testimonio de vida, que es el amor. Deseaba entregar su vida entera a Dios, a las misiones y a la evangelización», añadió Pérez.
Consternado, Edgar Adrián, 8 años, quien era amigo Luis Armando, dijo sentirse muy triste, porque compartían en la iglesia y momentos de recreacín, «era un niño muy feliz», mencionó entre lágrimas. Un importante grupo de la Infancia, Adolescencia y Juventud Misionera acompaño el cortejo, Rocío Alejandra Miranda manifestó que el fallecido era buena persona, amable, le gustaba molestar y era muy participativo, «fuimos a la iglesia y cuando rezaba lo hacía con mucho afecto», agregó.
Mario Ixquiac informó que en la secretaría de la iglesia San Juan de Dios recibirán víveres para la familia del adolescente misionero. «Cualquier cosa es importante para ellos, porque son humildes, tienen toda la semana para ayudar, puede ser granos básicos», indicó.
Con información de Leonel Rodas